Tras asumir la presidencia del G20, Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, destacó que habrátres prioridades durante su mandato. “No nos interesa una G20 dividido, necesitamos paz y cooperación en vez de conflicto“, hizo énfasis Lula da Silva en su discurso de clausura.
Respecto a las tres prioridades, el mandatario brasileño sostuvo que uno de los puntos clave es la lucha contra la desigualdad. “Si queremos hacer diferencia, debemos reducir la desigualdad y colocar este tema en la parte principal de la agenda internacional”, apuntó.
En ese sentido, Lula da Silva destacó que la desigualdad no solo es en términos de oportunidades de desarrollo, sino desigualdad de renta. También de acceso a la salud, educación, alimentación, de género, raza.
Solo lograremos enfrentar todos estos problemas si tratamos el tema de la desigualdad.”, afirmó Lula da Silva.
Aunado a ello, el presidente de Brasil hizo énfasis en el hambre a nivel mundial, un aspecto que debe ser combatido por todos los países alrededor del mundo. Para ello, Lula da Silva propone crear la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza con una proyección para acabar con el hambre antes de 2030.
Según el mandatario de Brasil, de no tratar los problemas de hambre desde ahora más adelante, se enfrentaría un ‘fracaso multilateral’, el más grande de los últimos años. De igual forma, señaló que esto puede ser desarrollado a través de proyectos en países donde la riqueza está más concentrada.
Un tercer punto, el cual sugirió el presidente de Brasil, fue combatir el cambio climático, con el programa Movilización Global contra el Cambio Climático. Lula da Silva explicó que para combatir el cambio climático se necesita de una voluntad política y determinación de los gobernantes, incrementar recursos y transferencia tecnológica.
Ante ello, el presidente brasileño exhortó a los países miembros del G20 a darle mayor poder a los países emergentes en las decisiones del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. De acuerdo con Lula, esta iniciativa debe ayudar a tener un mayor impulso a los países emergentes, no solo en términos de sostenibilidad, sino también en su economía.
Durante su discurso, el mandatario brasileño destacó que la Organización Mundial del Comercio debe ser revitalizada y en su sistema de solución de controversias “debe volver a funcionar”. Para finalizar su participación en el G20, Lula da Silva aseveró que de nada sirve mejorar las políticas públicas si no hay recursos necesarios para su implementación.
Bajo ese contexto, puntualizó: “no existen gobiernos sin sociedad” y no pueden dejar que los temas geopolíticos secuestren la agenda de decisiones de varias instancias del G20. “No nos interesa un G20dividido, solo con una acción conjunta es que podemos enfrentar los retos de nuestros días”, concluyó Lula da Silva.
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