Por Jesús Zambrano Grijalva
Presidente Nacional del PRD
La disminución de la pobreza reportada el pasado jueves por el Coneval y vociferada por el reyezuelo de Palacio durante toda la semana es tan relativa como discutible.
Sin duda es una buena noticia, pero es importante señalar que la pobreza sigue siendo muy alta. Actualmente hay 46.8 millones de mexicanas y mexicanos por debajo de la línea de bienestar, lo cual no debería alegrarnos sino avergonzarnos y preocuparnos.
Ciertamente salieron de la pobreza 5.1 millones de personas en 2022 con relación a 2018, pero lamentablemente también hubo un incremento muy significativo en las carencias sociales.
Por ejemplo, la carencia al acceso a la salud aumentó considerablemente al pasar de 16.2% a 39.1% entre 2018 y 2022, lo cual representa un incremento de 20.1 a 50.4 millones de personas sin este derecho vital. Es decir, 30.3 millones de mexicanas y mexicanos se han quedado sin acceso a los servicios de salud pública durante la administración de López Obrador.
Este desplome en el acceso a los servicios de salud no se debe a un “error” demoscópico –como lo sugirió el presidente durante una de sus mañaneras- sino al desmantelamiento del Seguro Popular en medio de la pandemia, que además provocó que México tuviera uno de los más altos índices de mortalidad en el mundo y un retroceso de cuatro años en la esperanza de vida de su población.
Hace un par de semanas los resultados de la ENIGH 2022 del INEGI, basándose en el incremento de los ingresos de las familias, ya proyectaban esta disminución de la pobreza, pero la pregunta en ese momento era –y sigue siendo- ¿De qué sirve que las familias tengan más dinero si lo tiene que usar para comprar medicamentos y acceder a los servicios de salud que este gobierno les quitó?
Obviamente esta pregunta no ha sido planteada en ninguna de las “mañaneras” de la semana, esas conferencias son un espacio de propaganda del gobierno en donde López Obrador solo ha hablado de los “buenos” resultados de la evaluación del Coneval y además se ha asegurado de quedarse con todo el crédito de la disminución relativa de la pobreza.
Sin embargo, este último punto es bastante discutible. Si bien es cierto que los programas gubernamentales de transferencia monetaria han tenido un impacto en el ingreso de las familias mexicanas y por lo tanto han impulsado la disminución de la pobreza, es importante señalar que lo determinante –según los datos duros- ha sido la nueva política salarial impulsada por el PRD desde 2014 y el incremento de las remesas.
Los resultados de la ENIGH señalan que el 65.7% de los ingresos de las familias mexicanas provienen del trabajo directo, mientras que tan solo el 17.2% derivan de transferencias, rubro en el que se contempla, además de los programas gubernamentales, a las remesas.
Ahora bien, según datos del Coneval, las transferencias monetarias de los programas sociales del gobierno en 2018 tuvieron un impacto directo de 1.9% en la disminución de la pobreza, mientras que en 2022, con un incremento en el presupuesto de 268%, tuvieron un efecto de apenas 2.7%. Esto, sin duda, es una mala noticia: El gobierno está gastando mucho sin obtener los mejores resultados.
Esta falta de eficiencia en el gasto se ve reflejada en los resultados de la pobreza extrema, la cual se incrementó mientras que la pobreza disminuyó. La paradoja solo se explica por la falta de focalización de los programas sociales. Es decir, las ayudas gubernamentales no están siendo bien dirigidas, no están llegando a los más pobres de los pobres, como que este gobierno sabe que los más desprotegidos no votan.
Por todo esto, celebro que durante el primer foro regional de los aspirantes a ser el o la responsable del Frente Amplio por México, hayan planteado una visión integral de la pobreza y hayan dejado muy en claro que la propuesta de la oposición no es desmantelar los programas sociales de este gobierno –como ellos lo hicieron con los programas sociales de los gobiernos pasados- sino hacerlo eficientes, enfocándolos en los más necesitados para sacar a más personas de la pobreza y reducir la desigualdad social.
A la vez, celebro que con este tipo de propuestas los aspirantes de la oposición estén contemplando la agenda de la verdadera izquierda mexicana. Esto es algo que tiene muy molesto a López Obrador, él sabe muy bien que el Frente Amplio por México lo está rebasando por la izquierda y en bicicleta.
Artículo publicado el 17 de agosto de 2023 en El Diario del Yaqui