Investigadores de Reino Unido proponen un nuevo tratamiento que ayuda a dejar los analgésicos opioides adictivos recetados para el dolor crónico. Esta situación se dio debido a que, en esa región del mundo, más de 1 millón de personas consumen opioides recetados.
Actualmente, no existen tratamientos alternativos disponibles para ayudar de manera segura a las personas que están saliendo de los opioides por dolor crónico no relacionado con cáncer. Además, se conoce, en Reino Unido hay más de 1 millón de personas que toman opioides recetados, de los cuales más de 50,000 los han estado tomando durante 6 meses o más.
Existe evidencia sobre los daños que puede llegar a causar el consumo de opioides a largo plazo. Cabe señalar, en dicha región se estima que tomar opioides recetados a largo plazo puede tener un costo de entre 500 millones para el Servicio Nacional de Salud anualmente. Asimismo, NotiPress ha informado, el uso de opioides puede causar adicción, mientras el sentimiento de improductividad por el dolor crónico posiblemente desencadene depresión y ansiedad.
Dentro de este contexto, investigadores de la Universidad de Warwick y el Hospital Universitario James Cook, Middlesbrough desarrollaron un ensayo clínico sobre un tratamiento alternativo a los analgésicos. El estudio titulado I-WOTCH, tuvo más de 600 participantes que, al comienzo del ensayo, habían estado tomando opioides fuertes de forma regular durante al menos tres meses.
I-WOTCH comparó dos tratamientos, dividiendo a los participantes aleatoriamente en dos grupos, un grupo tuvo acceso a la atención de su médico de cabecera existente, además de un folleto de autoayuda y un CD de relajación. Mientras el segundo grupo tuvo lo mismo y también participó en un programa de intervención especialmente desarrollado por el equipo de estudio.
El programa de intervención contenía sesiones sobre técnicas de afrontamiento, manejo del estrés, establecimiento de objetivos y atención plena. Así como consejos sobre postura y movimiento, cómo manejar cualquier síntoma de abstinencia y control del dolor después de los opioides.
Los resultados del estudio arrojaron que el 29 por ciento de las personas que participaron en el programa de intervención pudieron dejar por completo los opioides. Sin embargo, solo el 7% de los pacientes tratados con la atención médica existente, el folleto de autoayuda y el CD pudieron lograr dejar de consumir opioides para el dolor.
En México, el 80% de la población mexicana tiende a automedicarse, siendo los analgésicos los medicamentos más usados para esta acción, según datos de la organización Soy Paciente. Cabe mencionar en México se ha propuesto el uso de otros analgésicos como alternativa para ofrecer alivio farmacológico al dolor. Entre ellos, la primera etapa de la sustitución del fentanilo en el tratamiento del dolor crónico.
notipress