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jueves, octubre 24, 2024

Iberdrola: lo malo, lo feo ¿y lo bueno? 

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Por Jesús Zambrano Grijalva

Presidente Nacional del PRD

La semana pasada López Obrador anunció con bombo y platillo que había “sellado” un acuerdo con la empresa española Iberdrola –sí, la misma que, según él, había venido a “saquear” a México- para comprarle 13 plantas de generación de energía eléctrica por un monto de seis mil millones de dólares, a través de Fonadin que es administrado por México Infrastructure Partners (MIP).

Durante el anuncio público, para justificar la cuantiosa operación, el presidente de México y el secretario de Hacienda destacaron los siguientes cuatro mensajes: 1. Que se asegura el abasto permanente de energía eléctrica; 2. Que se garantiza que no aumenten los precios de la energía eléctrica a los consumidores; 3. Que significa el rescate de la Comisión Federal de Electricidad y es una nueva nacionalización de la industria eléctrica; y, 4. Que la adquisición no agregará deuda pública. 

Lo malo, y que no fue explicado en el anuncio, es que la adquisición no implica un incremento en el volumen de generación de energía, pues en realidad se está comprando capacidad de generación ya instalada que ya se venía ocupando. Por lo tanto, esto no resolverá los problemas actuales de déficit de energía eléctrica y mucho menos garantizará el abasto permanente en el mediano plazo.

Además, es importante señalar que el volumen de generación de energía eléctrica no solo depende de la cantidad de plantas con las que se cuenta, sino también del estado en el que se encuentran y de la eficiencia de quien las trabaja. En este punto, a los anunciantes del oficialismo se les olvidó advertir que siete de las 13 plantas que se adquirieron ya cuentan con más de 15 años de uso y que será el flamante funcionario público Manuel Bartlett –al mismo que se le cayó el sistema electoral en 1988- el encargado de mantener la eficiencia de dichas plantas. 

Otro punto que pasaron por alto los anunciantes es que 12 de las 13 plantas adquiridas son de ciclo combinado, es decir, usan gas natural para producir energía eléctrica. Solo una de las plantas adquiridas no utiliza combustibles fósiles para generar electricidad. Por lo que es importante señalar que, el gobierno de López Obrador, además de comprar plantas viejas le sigue apostando a las energías contaminantes.   

Pero lo feo de todo esto, es que se trate de engañar a las y los mexicanos al decirles que con la compra de las 13 plantas bajarán las tarifas eléctricas, que se trata de una nueva nacionalización y que no implicarán deuda pública.

Nada de esto es cierto. Las tarifas eléctricas no bajarán, sino todo lo contrario, es muy probable que suban porque los costos de operación se incrementarán. Sin tomar en cuenta los problemas de operación de CFE que han estado a vista de todos, es importante señalar que diez de las 13 plantas que están por comprarse pertenecen a la figura de Producción Independiente de Energía (PIE) que solo permite producir energía para CFE y es adquirida por ésta a precios por debajo del mercado. Además, al no optar por energías limpias el costo de generación de electricidad seguirá dependiendo del precio de los combustibles fósiles, en este caso del gas natural, que todo indica seguirá incrementándose.   

Otra mentira es la de la supuesta “nueva nacionalización” eléctrica tras la compra a Iberdrola. La realidad es que la adquisición de las 13 plantas no representa una nacionalización de activos sino un cambio de propiedad entre dos privados: Iberdrola y MIP. Por lo tanto, si antes del acuerdo la CFE le compraba la energía a Iberdrola, ahora la CFE le rentará las plantas al MIP para generar esa energía, pero en ningún momento las plantas serán propiedad de la CFE.

Por último, y aunque el secretario de Hacienda lo niegue, es que la compra de las 13 plantas sí representa un endeudamiento para el sector público porque Fonadin es operado por Banobras, la institución líder de la banca de desarrollo en México, que sí o sí tendrá que salir al mercado a refinanciar la operación.

Todo lo anterior fluctúa entre lo malo y lo feo. De llevarse a cabo, la compra de las 13 plantas no dejará nada bueno para las y los mexicanos, pero sí para López Obrador que, utilizando el dinero de los contribuyentes, alimentará su discurso nacionalista en vísperas de las próximas elecciones.

Este artículo fue publicado el 13 de abril de 2023 en El Diario del Yaqui.

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