Según la Organización Mundial de la Salud, durante el primer año de la pandemia de Covid-19 se incrementó la prevalencia mundial de la ansiedad y la depresión en un 25%. En el caso de los trabajadores de salud, la violencia en el lugar de trabajo fue un factor que agravó fuertemente su bienestar mental, de acuerdo con un estudio estadounidense. La investigación registró niveles récord de violencia, entre marzo de 2020 y 2021, así como el impacto de la ira pública y la agresión en estos trabajadores.
Los investigadores encuestaron a más de 26 mil trabajadores de salud pública estadounidenses de respuesta a la pandemia. Los investigadores encontraron que casi uno de cada tres experimentó al menos una forma de violencia en el lugar de trabajo. Los encuestados reportaron haber recibido amenazas laborales, ser intimidados, acosados o estigmatizados durante su labor para informar y proteger a la población, un nivel de violencia en el trabajo sin precedentes.
De acuerdo con un comunicado de la editorial académica Elsevier, esta violencia en el lugar de trabajo se asoció con un incremento del 21 por ciento en el riesgo de padecer depresión o ansiedad. También un aumento del 31% en el riesgo de reportar trastorno de estrés postraumático y del 25% de reportar pensamientos suicidas. Varios factores se asociaron con el aumento de la violencia en el lugar de trabajo, como el aumento de las horas trabajadas por semana y de la interacción con la población.
Otro estudio de la Universidad Queen Mary De Londres concluyó que es necesario implementar políticas para mejorar el bienestar mental de los trabajadores de salud. Según sus investigadores, alrededor del 43% de trabajadores de salubridad involucrados en el estudio reportaron ser menos activos físicamente al comienzo de la pandemia y, cuatro meses después, esta cifra había ascendido al 56%. Un 23% también reportó no consumir una dieta saludable al comienzo de la pandemia, y un 28% hizo lo mismo cuatro meses después.
No obstante, también observaron que el riesgo de depresión, ansiedad y bajo bienestar mentalse redujo hasta un 40% en cuanto el estilo de vida mejoró. Esta mejoría en comparación con el comienzo de la pandemia es evidencia del valor de un estilo de vida saludable para mantener una buena salud mental, señala un comunicado de la universidad.
Recomendaron los expertos a los sistemas de salud proporcionar a los médicos provisiones para el ejercicio e implementar estrategias de alivio del estrés de forma rutinaria. Esto para propiciar un estilo de vida saludable y el bienestar mental con el aumento de la actividad física y el mantenimiento de una dieta saludable. Igualmente es crucial capacitar a los trabajadores de salud para responder ante la violencia en el lugar de trabajo. Igualmente a los departamentos de salud pública para prevenir y dar seguimiento a estos incidentes, aseguran los investigadores.
notipress