Este 1 de enero de 2023 Inácio Lula da Silva tomó posesión de la presidencia de Brasil por tercera vez. El mandatario brasileño ha ganado popularidad entre la población debido a su historia personal y de resiliencia.
Lula da Silva ganó las elecciones por la presidencia de Brasil el pasado 30 de octubre de 2022, por esta razón este domingo 1 de enero de 2023 comenzó oficialmente su mandato. En el transcurso de sus primeros periodos como presidente de 2002 a 2010, el representante del Partido de los Trabajadores promovió un programa con la finalidad de erradicar la pobreza.
A lo largo de su campaña para las elecciones presidenciales de 2022, da Silva recalcó que uno de sus objetivos de su gobierno sería garantizar a los brasileños insumos de comida diarios. Medios de comunicación han señalado que Lula da Silva tiene lecciones de resiliencia, entre ellas, aprender de los momentos de su vida más duros e integrarlos en el plan de acción.
Esa primera lección se puede notar, pues aunque da Silva no cuenta con una educación formal, aprendió a leer y escribir a los 10 años. La revista MIT Sloan Management Review, menciona, “las carencias que el actual presidente de Brasil vivió durante su vida, hicieron reconocerlas e imprimirlas en las diversas políticas públicas de su país”.
La revista retoma que, Lula da Silva terminó su segundo período en 2010 con un 90 por ciento de aprobación, de acuerdo con The Guardian. Como segunda lección de resiliencia, MIT expone el regreso del mandatario a las elecciones después de ser acusado por cargos de corrupción.
En una rueda de prensa, Lula declaró “¿Cómo intentaron destruir a Lula? Pasé 580 días en la cárcel porque no querían que me postulara, y allí me quedé tranquilo, preparándome como se preparó Mandela durante 27 años”.
Por último y ligado a lo anterior, mantener el temple ante los adversarios, también se toma como una lección de resiliencia. Pues ante las declaraciones de su contrincante, Jair Bolsonaro, y en su momento presidente de Brasil, da Silva contestó “El presidente anda nervioso, me insultó. Tiene que aprender una lección de vida porque un jefe de Estado no puede mostrarse nervioso o irritado. Este país necesita mucha tranquilidad y mucha paz”. Aunque Bolsonaro siguió con acusaciones hacia Luiz Inacio, él continuó calmado y dijo no entrar a juegos “rastreros”.
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