Un estimado de cerca de 11 millones de peregrinos abarrotaron la Basílica de Guadalupe mexicana para rendirse a la Virgen sin restricción alguna, después de que las medidas sanitarias por el coronavirus limitaran en años anteriores la devoción por “la madre de México”.
Fieles de todos los rincones del país, así como extranjeros, se congregaron con motivo del día de Nuestra Señora de Guadalupe, que se celebra el 12 de diciembre, para agradecerle a la Virgen sus dichas y a pedir que interceda por sus familiares enfermos.
“Es la madre de México, la de todos, y venimos a pedirle por una nieta que enfermó”, dijo Sofía Ruiz a EFE, quien peregrinó a pie durante tres días junto a su esposo, dos hijas, yernos y nietos.
Frente a las tiendas de campaña en las que durmieron esta noche, Sofía comentó que el viaje, que realizaron desde el municipio de Amecameca de Juárez, en el céntrico Estado de México, siempre vale la pena.
“Damos la vida por venir hacia ella. Cuando llegas sientes emoción, lloras, gracias a Dios te dejó venir ella a su casa”, expuso la mujer, quien desde hace cuatro décadas peregrina a la Basílica varias veces al año.
Como ella, cientos de personas pasaron la noche en tiendas de campaña o al raso, tanto en la plaza de la basílica como en las calles colindantes.
La fe por la Virgen de Guadalupe en México se remonta a 1531, cuando la leyenda dice que se apareció al indígena Juan Diego, canonizado en 2002 por el papa Juan Pablo II, en el Cerro del Tepeyac, a cuyos pies se ubica actualmente la basílica.
La imagen de la Virgen, que muchos feligreses portaron en cuadros, estatuas o banderas para que reciban la bendición, tiene el rostro moreno, motivo por el que es conocida como la “Morenita del Tepeyac”
EFE