El INE no se toca, pero sí se desprestigia
Saúl Loera Vázquez
Analista político
El golpeteo contra el INE por parte del presidente de la república no cesará, por el contrario, irá en aumento conforme se acerque la próxima elección presidencial de 2024, porque su objetivo no es desaparecer al INE, sino desprestigiarlo, mutilarlo, sabotearlo. Sabedor de que no tenía los votos suficientes en la Cámara de diputados para cambiar la Constitución y sustituir al INE, por un “INEC” (Instituto Nacional de Elecciones y Consultas) a modo, decidió enviar un “Plan B”, mismo que fue aprobado horas después de que la oposición había desechado su reforma electoral, es decir, ni tiempo les dio pa´l ´festejo´.
La conducta de Andrés Manuel sobre el INE es todo menos nueva, lleva años desprestigiándolo y acusándolo de permitir fraudes electorales en su contra, ¿a qué viene tanta sorpresa sobre su conducta? Pues al desconocimiento de su estrategia, dentro de ella, es del todo comprensible. Pero en lugar de entenderlo y tratar de anticiparse a sus acciones, sus opositores se empeñan en ningunear al inquilino de palacio nacional y se obcecan en decir que sus acciones son berrinches de un hombre enceguecido por el poder.
Eso dijeron cuando convocó a la marcha “para celebrar su 4° año de gobierno”, le llamaron “la marcha de la venganza”, una “rabieta” producto del ardor que le provocó la marcha a favor del INE. Pero si observamos con calma, no fue así. Recordemos que apenas días después de la pasada elección de 2021, donde no obtuvo la mayoría en la Cámara de diputados, anunció enviaría tres reformas constitucionales al congreso: la eléctrica, la de la Guardia Nacional y la electoral. ¿Será tan tonto nuestro presidente como para enviar una iniciativa de ley al congreso donde apenas días antes había perdido su mayoría?
Ahora mismo, sabe que mucho de lo aprobado de su ”Plan B” por Morena y aliados, será revertido en tribunales, pero él, jocoso, ya se dispone a una larga pelea. Andrés Manuel, como muchos de los presidentes populistas de los que ahora está tan de moda hablar, utiliza la estrategia de polarizar, dividir en dos a la sociedad: el pueblo bueno, que él representa, y una cúpula mafiosa, que desea derrocarlo, justo por defender los intereses del pueblo.
Lleva décadas haciendo lo mismo, pero sus opositores siguen sin encontrar la manera de salirse de ese planteamiento, más aún, siguen negando tenga la capacidad de diseñar este tipo de estrategias, se contentan restándole racionalidad. Y aquí va, una vez más, pero ahora contra el INE. Algo que agrava la situación de la oposición es que parece se encuentra muy a gusto oponiéndose a todo, sin proponer nada y sin entender, que muchos de los millones de votos que llevaron a ese señor al poder, justo fueron por un profundo deseo de cambio en el país.
De esta manera, oponerse a toda propuesta presidencial, sea electoral, energética o de cualquier otra índole, avala su narrativa y aunque en los hechos, la oposición sí estuvo dispuesta a discutir la reforma electoral, su grito de guerra, “El INE no se toca”, les juega en contra, porque ¿en verdad no se pueden reducir los recursos destinados a campañas electorales o a partidos políticos? ¿a poco las costosas burocracias de los órganos electorales estatales son intocables, vamos a negar que en muchos casos también están en la nómina del gobernador en turno?
Los ataques del presidente contra las instituciones electorales son muy preocupantes y su deseo de “reformarlas”, es con la intención de ganar influencia sobre ellas, qué duda cabe, pero desafortunadamente no van a cesar, porque al estar impedido legalmente para realizar los cambios que desea, buscará debilitarlas. Y si no le es posible desaparecer al INE, al menos lo dejará incompleto, pues es muy posible que se oponga a sustituir a los cuatro consejeros que salen en abril del año próximo, para que de los 11 consejeros que deben presidir el INE, se quede operando con sólo 7, de los cuales, 4 impulsó Morena en el 2020, es decir, podría tener mayoría.
A la oposición le falta astucia y bastante autocrítica, permitir que personajes como Elba Esther o Roberto Madrazo desfilaran en la marcha ciudadana por la defensa de la democracia, representa el beso de la muerte al INE. Ese tipo de acciones solo vienen a confirmar la narrativa presidencial de la existencia de una “mafia que se opone a los cambios para defender sus intereses”, además de “ayudar” a su desprestigio… Para revertir la estrategia del presidente, la oposición requiere una nueva, lo que no logrará mientras siga descalificándolo facilonamente, en lugar de analizar sus movimientos de manera seria. Urge una estrategia inteligente, porque como ya lo anunció nuestro rijoso presidente, “esto apenas comienza”.