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sábado, noviembre 23, 2024

El populista está en los detalles

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Por Jesús Zambrano Grijalva

Presidente Nacional del PRD

La reforma constitucional en materia político-electoral propuesta por el Ejecutivo es un bodrio que tiene por objeto desmantelar nuestra democracia que, si bien puede ser calificada de incipiente, es resultado del esfuerzo de muchas décadas de lucha política y que ha posibilitado el pluralismo y las alternancias políticas en nuestro país de manera pacífica. 

Como típico populista, López Obrador enmascara su amago autocrático con fórmulas supuestamente democráticas que, según él, buscan “garantizar el cumplimiento de la voluntad popular”, “dar certeza en los procesos electorales”, “austeridad y eficiencia en el gasto público”, etc.

Revisemos algunos detalles de esta ocurrencia populista:

  • Elección popular de consejeros y magistrados electorales: La iniciativa propone elegir mediante voto secreto, directo y universal a los integrantes del Consejo General del INE -que cambiaría su nombre a Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC)- y a los magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral. Para ello propone que cada uno de los Poderes de la Unión (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) postulen la candidatura de 20 personas para consejeros y 10 personas para magistrados. 

El detalle está en que, con la integración de la actual legislatura del Congreso de la Unión y con la subordinación del presidente de la SCJN, López Obrador y sus huestes acapararían casi la totalidad de las postulaciones. Por lo tanto, lo que el populista nos vende como democracia directa y participativa, es en realidad un intento por imponer a sus incondicionales y así cooptar a la autoridad electoral. 

Además, la iniciativa viene acompañada de una evaluación de impacto presupuestal que señala que la reforma se apega a la política de austeridad y que su implementación no tendrá un impacto al erario. Sin embargo, un estudio del Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República calculó que únicamente la elección de consejeros y magistrados tendría un costo de 8 mil millones de pesos. Es decir, la propuesta presidencial no reduciría el gasto electoral, lo incrementaría considerablemente. La “pobreza franciscana” del populista es una más de sus mentiras.

Asimismo, debemos tomar en cuenta el detalle del detrimento técnico y profesional que provocaría la eliminación del actual proceso de selección de candidatos para consejeros y magistrados electorales y la destrucción del actual Servicio Profesional Electoral.

  • Reducción de número de curules y sistema proporcional: La iniciativa propone que la Cámara de Diputados quede integrada por 300 diputados y diputadas que serán elegidas mediante el sistema de listas.

La propuesta pinta muy bonita, pero el detalle está en que se plantea una lista por cada entidad federativa, lo que de entrada elimina la posibilidad de una representación proporcional pura e impulsa lo que Diego Valadés está llamando “ficción de proporcionalidad” porque en 17 entidades federativas, en las que se elegirían únicamente entre 2 y 7 curules federales, sería aritméticamente imposible alcanzar la proporcionalidad y “en cambio se generaría un efecto muy concentrador en favor del partido mayoritario.” 

Es decir, lo que el populista nos está vendiendo como “el mecanismo de representación proporcional más plural que se haya propuesto en la historia del sistema político mexicano” en realidad es un mecanismo de concentración de poder en detrimento de las minorías.

  • Reducción del tiempo en radio y televisión y del financiamiento de los partidos políticos: La iniciativa propone limitar el financiamiento de los partidos políticos solamente para gastos de campaña electoral y suprimir el llamado financiamiento ordinario que se entrega mensualmente cada año; al mismo tiempo, plantea reducir a 30 minutos diarios la propaganda política de radio y televisión. 

Pareciera que una medida así perjudicaría a todos los partidos, pero no es así, a Morena le beneficia porque, tal y como lo hemos visto en estos cuatro años gobierno, no tienen reparo en usar todo el aparato estatal para financiar la campaña electoral de sus corcholatas. Es decir, el populista nos dice que está proponiendo reducir el presupuesto a los partidos políticos, pero en realidad lo que está intentando es eliminar la equidad de la contienda. 

Por si fuera poco, en el caso de la reducción de propaganda de radio y televisión el detalle es todavía más cínico porque lo que plantea el populista es quitarles tiempo a los partidos políticos y entregárselo a la Secretaría de Gobernación para hacer campañas a favor de su gobierno.    

No permitamos que el discurso populista endulce nuestros oídos y desmantele nuestra democracia, salgamos a marchar el próximo domingo en defensa del INE y de nuestra democracia.

Artículo publicado el 10 de noviembre de 2022 en El Diario del Yaqui

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