Las lenguas de señas son idiomas naturales a todos los efectos, estructuralmente distintos de las lenguas habladas. Existe también un lenguaje de señas internacional que utilizan las personas con sordera en reuniones internacionales y, de manera informal, cuando viajan y socializan. En este sentido, las señas resaltan la unidad y los esfuerzos colectivos de las comunidades sordas, los gobiernos y la sociedad civil según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Y es que, de acuerdo con la Federación Mundial de Sordos, existen aproximadamente 70 millones de personas con sordera en todo el mundo. Más del 80 por ciento vive en países en desarrollo y como colectivo. Ante esto, la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad reconoce y promueve el uso de las lenguas de señas. Estableciendo tienen el mismo estatus que las lenguas habladas y obliga a los estados a facilitar el aprendizaje de la lengua de señas.
A raíz de lo anterior, la Asamblea General proclamó el 23 de septiembre como Día Internacional de las Lenguas de Señas. Ello con el fin de concienciar sobre la importancia de estas para la plena realización de los derechos humanos de las personas sordas. Bajo esta línea, establece el acceso temprano a la lengua de señas y a los servicios en este lenguaje.
Pese a que existen 70 millones de personas sordas en todo el mundo, la Asamblea señala que se debe brindar una educación de calidad en esa lengua. La cual será vital para el crecimiento y el desarrollo de las personas sordas y decisivo para el logro de los objetivos de desarrollo sostenible. Igualmente, recalcó la importancia de preservar las lenguas de señas como parte de la diversidad lingüística y cultural.
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