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viernes, octubre 4, 2024

Alejandro Moreno, ¿bajo fuego del ´Primor´?

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Por Saúl Loera

Alejandro Moreno, presidente del PRI, tiene encima la peor campaña de desprestigio y ataques políticos que se haya visto en México desde hace décadas. ´Alito´, como le llaman, ha acusado al presidente de la república de haber ordenado este ataque contra él porque la bancada del PRI, junto con las bancadas del PAN y PRD, detuvieron en la Cámara de Diputados, la reforma eléctrica enviada desde Palacio Nacional.

A la difusión de sus escandalosas conversaciones privadas, se ha sumado un grupo de ex presidentes nacionales del PRI solicitando su renuncia y, apenas hace unos días, el destape de la “pre candidatura”, del gobernador priista de Oaxaca, Alejandro Murat, quien es muchísimo más cercano al presidente de la república, que al presidente del PRI, tanto, que podría decirse, es el primer candidato que logra tener el presidente Andrés Manuel, al interior del PRI.

Pero si es verdad, como todo parece indicar, que la orden de estos ataques fue dada por Andrés Manuel, ¿cuáles serían las razones de tan virulento encono? Alcanzamos a vislumbrar al menos cuatro: el haberle incumplido un acuerdo al presidente de la república; su cercanía con John Kerry para detener su reforma eléctrica; su deseo de ser candidato presidencial y la necesidad de dinamitar la coalición Va por México

Algunos analistas políticos han dicho que Alejandro Moreno llegó a la presidencia del PRI, con la connivencia de Peña Nieto y Andrés Manuel, en el marco del pacto que hubo entre ambos, en el cual el primero apoyó al segundo a ganar el gobierno de la república a cambio de impunidad, lo que en la picaresca política se dio por llamar ´PRIMOR´, por tratarse de un acuerdo entre el PRI y MORena.

Esta misma versión afirma que la ruptura entre Alito y el presidente fue porque Moreno pidió las gubernaturas de Campeche e Hidalgo a cambio de aprobar la reforma eléctrica, lo que no le fue concedido, ya que el acuerdo previo era que, si había llegado a la presidencia del PRI, era justo para aprobar las reformas de Amlo. Pero más allá de la veracidad de esta versión, lo que ha quedado al descubierto en la guerra de audios, es que Alito Moreno estuvo negociando con el gobierno federal la posibilidad de aprobar la reforma, lo que al final no sucedió cuando el PRI se plegó al PAN y PRD para impedirla.

De tal suerte, que Alejandro Moreno habría incumplido un acuerdo al propio presidente, lo que conociendo al titular del ejecutivo, está dispuesto a hacerle pagar, no sólo como represalia, sino como escarmiento para cualquier otro que se atreva a jugar con él. Pero a esto se suma el factor Estados Unidos. 

Como fue público, el activismo de funcionarios gringos previo a la discusión de la reforma eléctrica fue basto, y particularmente el de John Kerry, pues el Enviado especial de la Casa Blanca para el Cambio Climático, hizo pública una invitación a Alejandro Moreno a Washington DC, una vez pasada la votación de dicha reforma. Lo que aunado a la aspiración de Alito de ser candidato presidencial, habrá prendido las alarmas en Palacio Nacional.

Porque más allá de la estrategia comunicacional del presidente, para hacer creer a los mexicanos que el triunfo de Morena en el 2024 está asegurado, los resultados de la elección federal de 2021 muestran que no es así. La coalición PAN-PRI-PRD obtuvo 19.5 millones de votos, contra 21 millones de Morena, es decir, el partido oficial está a tiro de piedra de la coalición Va por México. A la que si se sumaran los 3.4 millones de votos de Movimiento Ciudadano, su derrota sería inminente.  

Por ello es que a la estrategia de ´quemar a fuego lento´ a Alito con audios ventilados cada martes, no parece inconexo el ataque frontal de dos prominentes figuras del gobierno de Peña Nieto; Osorio Chong y Claudia Ruiz Massieu, ex secretarios de Gobernación y Turismo, respectivamente. ¿Será que el supuesto acuerdo PRIMOR sí existe y está operando conjuntamente para sacar a Moreno de la presidencia del PRI?

Con ello, el presidente Andrés Manuel conseguiría tres objetivos. Primero, cobrar la factura a Alito, tanto por haberlo dejado ´colgado de la brocha´ en su reforma eléctrica, como por su cercanía con los gringos. Segundo, sacarlo de la carrera presidencial, ahorrándose alguna posible injerencia externa y, tercero, ingresar un Caballo de Troya en la coalición opositora, si es que el sustituto de Alito, fuera un peñista.

Los eventos próximos nos podrán dar más luz, lo cierto es que Alejandro Moreno, parece disfrutar de los ataques del gobierno federal, sabedor de que cada día que pasa su figura crece más, tal vez tenga en mente lo mucho que ganó el propio Andrés Manuel en su confrontación con el entonces presidente Vicente Fox. Quizá debería considerar que López Obrador no sabe recular y que, en este caso, lo que está en juego es la continuidad de su proyecto, y ya ha dado bastantes muestras de que está dispuesto a hacer lo que sea, para que pueda continuar. 

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