Por Jesús Zambrano Grijalva
Presidente Nacional del PRD
El pasado sábado 4 y domingo 5 de noviembre se llevó a cabo el XVIII Congreso Nacional Ordinario del PRD en donde se analizaron, discutieron y aprobaron en unidad modificaciones a la declaración de principios y el programa de acción del partido, además de diversos resolutivos especiales, que destacan por definir al PRD como un partido socialdemócrata, así como su separación del Foro de Sao Paulo.
La declaración de principios que normará la conducta de los miembros y órganos partidistas es prácticamente un documento nuevo en donde destacan los principios de dignidad, libertad, democracia, Estado socialdemocrático y de derecho, justicia y seguridad humana, igualdad, feminismo, ecologismo y una renovada postura internacional.
Con relación al nuevo Programa de Acción del PRD, éste quedó constituido por nueve puntos: economía con prosperidad y bienestar para todas y todos; las mujeres como personas de derechos plenos; el libre desarrollo de la personalidad; agenda verde; Estado democrático de Bienestar; República democrática; México con Justicia; compromisos para la construcción de un México en paz; y, Soberanía de la República y política exterior en un mundo globalizado. Al proyecto de dictamen inicial se incorporaron conceptos como crímenes de odio contra toda la diversidad, la educación cívica de las niñas y niños en la participación democrática, identidad de género como principio rector en la igualdad sustantiva, entre otros.
Sobre los resolutivos especiales, cabe señalar que se analizaron 10 documentos iniciales referentes a los derechos de las mujeres, defensa del Estado de Derecho, fortalecimiento de las relaciones con los movimientos y fuerzas políticas democráticas y progresistas del mundo, cumplimiento de los compromisos ambientales de México ante la COP26, solución inmediata a la crisis de salud, solución inmediata a la crisis de seguridad pública, acciones a desarrollar para alcanzar la libertad de Rogelio Franco y otros presos políticos.
Dentro de estos resolutivos destacó el referente a la separación definitiva del PRD del Foro de Sao Paulo, organización que ha estado respaldando a gobiernos dictatoriales de algunos países de América Latina, como es el caso de Venezuela, Nicaragua y Cuba. Con ello dejamos en claro que la identidad del PRD es de una izquierda socialdemócrata, una izquierda comprometida con las causas democráticas y que de ninguna manera respaldará a gobiernos dictatoriales. De esta forma, el PRD se solidariza con las luchas de los pueblos en defensa de los principios democráticos y republicanos, en defensa de la soberanía nacional y de la ampliación y fortalecimiento de los derechos de las mujeres, de las juventudes, de la diversidad y de los sectores sociales sojuzgados y oprimidos.
Todas estas modificaciones, que fueron aprobadas por unanimidad, marcan la ruta a seguir para un PRD, alejado de esa versión de izquierda radical, que no tiene nada de izquierda ni de democrática, hoy instalada en la conducción del país. El objetivo es construir un Estado Democrático y Social de Derecho, un Estado Democrático de Bienestar.
Todo indica que la transformación del PRD va en serio. Está en juego la vida del partido y la victoria o derrota de la lucha por la democracia y el bienestar emprendida por una generación que nació como resultado del movimiento del ‘68 y los movimientos populares, sindicales y campesinos de los años ‘70 y posteriores. Y lo que es más importante, está en juego el futuro inmediato de México.
Se trata de un cambio de fondo, de una renovación profunda. Es la ruptura con la herencia del viejo nacionalismo revolucionario y el inicio de una nueva fase del PRD, en unidad. No se trata de preservar el registro para sobrevivir, sino de que el PRD vuelva a ser un partido influyente en el rumbo del país, se trata de que el PRD se convierta en la izquierda socialdemócrata que México necesita.
Artículo publicado el 9 de diciembre de 2021 en El Diario del Yaqui
