Una nueva revisión publicada en el Journal of Internal Medicine indicó que, hablar sin ningún tipo de mascarilla en espacios confinados representa un mayor riesgo de propagación del virus SARS-CoV-2. El análisis está centrado en la interfaz entre la física y medicina donde describe cómo las microgotas de saliva al hablar pueden transportar cantidades de virus.
Adriaan Bax, biofísico molecular del Instituto Nacional de Diabetes, Enfermedades Digestivas y Renales señaló que en algún momento las microgotas de saliva pueden potenciar los contagios por Covid-19. “Al hablar, cuando las partículas salen expulsadas, existe un mayor riesgo de contagio, la dimensión de las gotas es casi imperceptible a la vista del ser humano”, agregó.
Según el biofísico Bax y autor principal de la investigación señaló que, cuando el agua se evapora de las microgotas de saliva generadas por hablar y potencialmente ricas en virus, “las partículas tienden a flotar en el aire durante unos minutos, tal y como lo hace el humo, poniendo a otros en riesgo”.
Otros estudios respaldan el análisis hecho por Bax y su equipo de trabajo, pues una investigación realizada en Japónsugiere que la infección podría propagarse simplemente manteniendo una conversación con otra persona. En la informe señala que las microgotas de una centésima de milímetro de tamaño pueden propagar el virus SARS-CoV-2.
Asimismo, la investigación japonesa demostró que las pequeñas partículas de saliva pueden permanecer en el aire durante 20 minutos en espacios cerrados. Aunque también los científicos revelan que abrir una puerta o una ventana y mantener una ventilación constante en espacios cerrados puede eliminar las microgotas.
Los científicos en Japón utilizaron cámaras de alta definición e iluminación láser, ello con la intención de capturar el movimiento de las micropartículas de saliva. Ahí los resultados revelaron que cada vez que se mantiene una conversación a una distancia cercana sin mascarillas o algún tipo de protección podrían provocar fácilmente un contagio.
Kazuhiro Tateda, jefe de la Asociación Japonesa de Enfermedades Infecciosas, señaló, “las microgotas transportan muchos virus, ellos son producidos cuando hablamos en voz alta o respiramos con dificultad”. Los científicos japoneses estiman que un solo golpe de tos o un estornudo puede producir cerca de 100 mil microgotas.
Para encontrar estos resultados, los investigadores simularon una situación real con 10 personas en un espacio cerrado del tamaño de un aula escolar promedio en Japón. Ahí, como se esperaba, cuando alguien tosió las gotas de mayor tamaño cayeron en un minuto, pero las partículas más pequeñas tardaron cerca de 20 minutos en caer. A pesar de ello, cuando se abrió una ventana, las microgotas se eliminaron rápidamente con el flujo del aire eliminando las partículas superligeras.
Ambos análisis sustentan el mensaje constante de distanciamiento social por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Donde aconseja a la población mundial a mantener al menos una distancia de 1 metro en todo momento, además de utilizar mascarilla o careta. Estas investigaciones aportan un nuevo enfoque sobre la rápida propagación del virus SARS-CoV-2 el cual ocasiona la Covid-19.
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