El método de los Rayos X suaves promete avances en nanoportadores para la medicina inteligente y la limpieza ambiental, según investigaciones, realizadas por la Washington State University. Sin embargo, antes de que se pueda llevar a cabo el enorme potencial de los diminutos nanoportadores para la administración de fármacos altamente dirigida y la limpieza ambiental, los científicos primero deberán poder verlos.
Anteriormente se había demostrado la capacidad de los Rayos X en una nanopartícula de entrega en fármacos inteligentes y una nanoestructura de polysoap destinada a capturar petróleo crudo derramado en el océano. Cabe aclarar que el polysoap puede crear un nanoportador a partir de una sola molécula, maximizando su área de superficie para capturar hidrocarburos. A su vez, puede persistir de concentraciones altas a bajas, lo que la hará más efectiva su aplicación en el entorno ambiental.
Brian Collins, físico de la Washington State University y autor del estudio señala: “Se necesitan etiquetas fluorescentes para ver el interior de los nanoportadores, pero esto puede modificar su estructura y comportamiento, especialmente si están hechos de materiales a base de carbono“. Asimismo, puntualiza que gracias a la utilización de dicha técnica lograron mirar dentro de los nanoportadores, analizar sus identidades químicas y concentraciones en su estado completamente natural, incluido su entorno acuático.
Actualmente los investigadores dependen de la unión de tintes fluorescentes o metales pesados para etiquetar partes de estructuras de los nanoportadores orgánicos para su investigación. Dicha técnica, la cual utiliza Rayos X más suaves químicamente sensibles, ofrece una forma más sencilla y no disruptiva de obtener una visión del nanomundo.
Uno de los ejemplos más claros de la efectividad de la tecnología de nanoportadores, es su potencial en la quimioterapia. Solo mata a las células cancerígenas sin lastimar o enfermar al paciente, lo que permite dosis más efectivas. Esto se debe a que los fármacos se insertan en la estructura, la cual está diseñada para abrirse y liberar el fármaco únicamente en el entorno enfermo.
Collins comenta, en su técnica se adaptó un método de Rayos X suaves para investigar la electrónica de plástico imprimible a base de carbono, de modo que funcionara en estos nanoportadores orgánicos a base de agua, penetrando una fina capa de agua para hacerlo. Los Rayos X suaves son un tipo especial de luz, el cual se encuentra entre la luz ultravioleta y los Rayos X duros. Su particularidad reside en que son absorbidos por casi todo, incluyendo el aire, por lo tanto, para utilizarlos se requiere de un entorno de alto vacío.
No obstante, en el proceso de investigación aún se encuentran observando cada una de las estructuras de los nanoportadores para permitir evaluar el comportamiento de estas en diferentes entornos. De esta forma corroborar, las nanoestructuras permanecen juntas y que las condiciones sean las adecuadas para poder desarrollar y aplicar la medicina inteligente.
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