Por Jesús Zambrano Grijalva
Presidente Nacional del PRD
Este proceso electoral se está convirtiendo en uno de los más violentos en la historia de nuestro país. Según el reporte sobre Violencia Política en México de la consultora Integralia, de septiembre de 2020 al 30 de abril de 2021, se contabilizan 169 incidentes de violencia política que dejaron 210 víctimas, de las cuales 143 fueron mortales y el resto resultaron heridas.
Lamentablemente la violencia política en México no se reduce a la acción de bandas criminales. Existe un tipo de violencia política institucionalizada que se expresa con la persecución descarada y desatada contra los opositores al oficialismo por medio del uso faccioso de las instituciones. Aquí se encuentran los casos de nuestros compañeros Rogelio Franco y Gregorio Gómez en Veracruz y de Luis Cobo y Jesús Giles en Puebla.
El hecho más reciente es el de nuestro candidato Adrián De la Garza, quien encabeza las encuestas para ganar la gubernatura de Nuevo León. El lunes por la noche, a tan solo tres semanas de que se lleven a cabo las elecciones más grandes de nuestra historia democrática, la FGR informó que se abrió una carpeta de investigación contra nuestro compañero por supuesta compra y coacción del voto por lo que se ordenaría prisión oficiosa. Llama la atención que en su informe la Fiscalía no mencione quién interpuso la denuncia porque coincide casualmente con las últimas declaraciones del presidente de la República. Pero el cinismo de López Obrador no tiene límites y en “la mañanera” de este martes él mismo confesó, a pregunta expresa de una reportera, estar metiendo las manos en las elecciones, estar detrás de la denuncia. Y como reza el axioma jurídico de “a confesión de partes, relevo de pruebas”. Por lo tanto, nuestras autoridades electorales no deberán tener problema alguno en imponer su respectiva sanción a esta grosera intromisión electoral.
La intención del ejecutivo federal es beneficiar a su candidata a la gubernatura, pero es absurdo, después de dejar al descubierto sus mentiras, Clara Luz Flores no gana Nuevo León ni siendo la única candidata. Por eso se está especulando tanto sobre cuál es la verdadera intención de López Obrador de intervenir burda y descaradamente en la elección.
Se comenta que está buscando la nulidad de los comicios de Nuevo León para después, por medio de otra candidata o candidato, intentar arrebatarnos el triunfo; igualmente se dice que la intención es ayudar a su verdadero candidato, Samuel García de MC, porque si bien es cierto que también la FGR le abrió una carpeta de investigación, ésta no presenta una determinación jurídica contra este candidato, lo que nos lleva a pensar que su denuncia es más bien un montaje para ocultar la predilección; una tercera posibilidad es que López Obrador está desesperado por ocultar lo sucedido en la Línea 12 del Metro y está dispuesto a asumir cualquier riesgo con tal de que la opinión pública deje de hablar de la tragedia que causó cuando menos 26 muertos en la CDMX, consecuencia de su criminal política de austeridad.
Hay otra posibilidad que no debemos descartar y es la acción irracional del mandatario. López Obrador está fuera de sí, fuera de la realidad política y social que vive México y verdaderamente cree que su candidata tiene la posibilidad de ganar la gubernatura. Está mandando al carajo todos los avances democráticos que hemos construido durante las últimas cuatro décadas.
Es urgente ponerle un alto la locura dictatorial de López Obrador. Este 6 de junio debemos salir a votar; puede ser nuestra última oportunidad para detener el deterioro de la democracia. La coalición Va por México es el frente que, de la mano de la sociedad, derrotará al autoritarismo.
Artículo publicado el 13 de mayo de 2021 en El Diario del Yaqui