De acuerdo con especialistas de la salud, las consecuencias psicológicas de la crisis sanitaria por Covid-19 han incrementado a un ritmo acelerado y consistente desde la declaración de pandemia por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Una investigación realizada por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGLobal) indicó, las personas más afectadas son jóvenes, mujeres, adultos mayores, y personas con problemas de salud previos.
Asimismo, los trabajadores de la salud de primera línea, quienes se enfrentan a la escasez de insumos y falta de soluciones sanitarias desde el comienzo de la pandemia, presentan consecuencias psicológicas importantes. Las afectaciones psicológicas durante la pandemia representan un mayor riesgo para personas vulnerables por factores sociales y económicos; donde destacaron mujeres, y aquellas en pobreza extrema e inmigrantes refugiados.
Según los resultados de ISGLobal, estas consecuencias psicológicas pueden prolongarse a mediano y largo plazo, incluso después de la inmunización general por jornadas de vacunación. Ello debido a los problemas causados por diversos traumas durante la pandemia, el estrés del confinamiento, y una serie de dificultades económicas. Las principales consecuencias psicológicas son angustia por pérdida de empleo y deudas, fricciones en las relaciones interpersonales, violencia en la familia, falta de desarrollo de habilidades sociales durante la etapa escolar, y el cansancio extremo por jornadas laborales de teletrabajo.
Francisco Díaz Amezcua, psicólogo de Doctoralia, plataforma global especializada en conectar a pacientes con profesionales de la salud, informó que existe también un hartazgo emocional por un sentimiento de falta de libertad. Esta falta de libertad experimentada por millones de personas se debe a que no pueden realizar las tareas y actividades de su vida cotidiana antes de la pandemia. El especialista agregó, emociones como la culpa se presentan ante el deseo de dejar el confinamiento, salir, y volver a una dinámica menos restrictiva; esto generaenojo, frustración y mayor estrés.
En el caso del hogar, Amezcua informó que muchas mujeres se ven obligadas a vivir con parejas violentas, y clasificó la violencia familiar como el peor factor psicológico. Las fricciones en casa repuntan al pasar mucho tiempo juntos en confinamiento, donde los problemas no resueltos se incrementan y presentan mayores dificultades.
“La pandemia de Covid-19 ha afectado la salud de las personas, pero también sus objetivos personales, dinámica familiar, rol laboral, y estabilidad económica”, informó Doctoralia en un comunicado consultado por NotiPress. Ante ello, Amezcua advirtió, buscar ayuda psicológica ante las primeras dificultades es crucial para prevenir mayores complicaciones, sobretodo cuando las personas “sientan que ya nada está bajo su control”. La psicoterapia es un espacio seguro y efectivo, donde las personas pueden encontrar apoyo desde consultas online o presenciales, concluyó el especialista.
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