Por Benjamín Muñiz
Escribo estas líneas a las 01:25 horas del día 4 de mayo. Estoy, desde hace más de dos horas, viendo noticias en la televisión, siguiendo redes sociales, buscando información. Hasta este momento hay 20 personas fallecidas (entre ellas algunos menores, aunque todavía no se tienen las cifras exactas) y 49 trasladadas a hospitales. Esta cifra, por supuesto, podrá incrementar con el paso de los minutos. ¿Qué sucedió? Según la declaración oficial de la Dra. Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, una trabe colapso en el momento en que un convoy del metro la cruzaba. Sucedió entre las estaciones Olivo y Tezonco, en la Avenida Tlahuac. En este momento, las labores de rescate están suspendidas por el riesgo que el convoy termine de caer, sin embargo, según información de un reportero de Milenio Televisión, al parecer ya no hay sobrevivientes al interior del tren.
Héctor Zamarrón dijo una frase que resulta muy ad hoc para lo que está sucediendo en estos momentos: “La línea 12, que iba a ser la línea estrella parece, más bien, que nació estrellada”. Desde el momento mismo de su inauguración, la Línea Dorada del Sistema de Transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México ha estado empañada con escándalos, incluso, el 11 de marzo de 2014, el entonces Director General del Metro, Joel Ortega suspendió el servicio del tramo elevado de la línea 12 por deficiencias graves. Hoy, poco más de 7 años después, ese mismo tramo elevado, es el escenario de una tragedia como nunca había acontecido en nuestra ciudad.
Desde el inicio de la administración de Claudia Sheinbaum en 2018 al día de hoy, han acontecido 3 accidentes fatales en el Metro y, en todos ellos, Florencia Serranía, su directora, ha salido bien parada. Hoy, hay cuando menos, 15 muertos que son consecuencia directa de una falta de mantenimiento o un mantenimiento deficiente a las instalaciones del metro.
En conferencia de prensa en el lugar de los hechos, la Jefa de Gobierno reconoció que el año pasado hubo une revisión de la estructura de esa parte de la Línea 12. Entonces, ¿qué sucedió? Desde hace más de dos años, los vecinos de Tlahuac comenzaron a reportar los riesgos de ese tramo, incluso, en una publicación fechada el 12 de octubre de 2020 se puede apreciar que se hace del conocimiento que la estructura del metro se estaba desnivelando. Al parecer no se atendió de la manera adecuada.
Lo que sucedió esta noche debe generar una enseñanza profunda en la clase gobernante. En este momento, la prioridad debería ser realizar una inspección profunda en todas las estructuras elevadas, metro, distribuidores viales, segundos pisos y garantizar la seguridad de los millones de capitalinos que, día a día, hacemos uso de tal infraestructura. Dejemos de lado la politiquería, y pongámonos a trabajar. En este momento, no hay partidos políticos, hay ciudadanos que corremos riesgos.
Solamente hay algo que la Jefa de Gobierno debe hacer, y en carácter de urgente: por lo menos la sangre de 23 personas en 3 diferentes accidentes cubren las manos de la Directora General del Metro, Florencia Serranía. Es imperioso, no solo cesarla, por la evidente incapacidad de descargar las funciones de su puesto, sino que debe ser investigada por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México y, en su caso, procesada por la probable comisión de conductas delictivas. En este momento, la Jefa de Gobierno debe dejar de apachar a su funcionaria y debe actuar conforme a derecho. Reitero, esto no es un tema partidista, es un tema de seguridad ciudadana.
Hoy (bueno, ayer) la Ciudad de México sufrió un evento catastrófico. Una vez más el luto se cierne sobre nosotros. Deseo, de todo corazón, que las personas que perdieron familiares encuentren pronta resignación y que, aquellos lesionados, sanen pronto, pero, sobre todo, espero, de todo corazón, que lo acontecido permita que se tomen las medidas necesarias para evitar un nuevo evento de esta índole y que las personas responsables sean llevadas ante la justicia.
Doctora Sheinbaum, por favor, de corazón le pido, cese a Florencia Serranía y, en su lugar, ponga a una persona que tenga la capacidad de tomar las riendas de un sistema de transporte de suyo complicado. Los millones de capitalinos que hacemos uso de ese medio de transporte merecemos estar seguros. No es tema político, reitero, es un tema que trasciende los colores partidistas. Haga lo que está en sus manos para evitar una nueva tragedia.