Dormir correctamente es esencial para mantener una buena salud y hacerlo durante la pandemia de Covid-19 no es la excepción. Según un estudio publicado en BMJ Nutrition Prevention & Health, insomnio, sueño interrumpido y agotamiento se relacionan con un mayor riesgo de contraer Covid-19e incluso padecerlo en su forma severa. De acuerdo con las encuestas realizadas a trabajadores de salud para el estudio, quienes reportaron tres tipos de problemas para dormir tuvieron un 88% más de probabilidades de contraer Covid-19.
Estas encuestas se realizaron a trabajadores de salud de la primera línea contra el coronavirus de varios países y se encontró que la cantidad de sueño en este sector promedió menos de 7 horas, pero más de 6. Tras eliminar factores potencialmente influyentes, cada hora extra de sueño por la noche se asoció con 12% menos de probabilidades de infección por Covid-19. Por el contrario, una hora de sueño extra durante la siesta diurna se asoció con un 6% más de probabilidades de contagiarse de coronavirus, aunque este porcentaje varió según el país.
De los trabajadores médicos, el 24% de quienes contrajeron Covid-19 reportó haber tenido dificultades para dormir por la noche, comparado con 21% de personas sin la infección. También, 5% de quienes se infectaron con coronavirus reportaron tres o más dificultades para conciliar el sueño, permanecer dormidos o necesitar pastillas para dormir tres o más noches a la semana, en comparación con 3% de los que no se infectaron. De esta forma, la investigación arrojó un 88% más de probabilidades de contraer Covid-19 para quienes reportaron tres problemas para dormir.
Proporcionalmente, un porcentaje mayor de quienes contrajeron la Covid-19 reportaron agotamiento diario, comparado con quienes no padecieron la infección. En total, quienes reportaron agotamiento diario tuvieron más del doble de probabilidades de tener Covid-19 y alrededor de tres veces más probabilidades de infección grave y un periodo de recuperación mayor.
Debido al carácter observacional de este estudio, los mecanismos detrás de estas asociaciones se desconocen. Sin embargo, los autores del estudio creen que la falta de sueño y los desórdenes del sueño pueden tener un efecto adverso en el sistema inmune. Además. señalan los investigadores, diversos estudios relacionan el agotamiento con un mayor riesgo de resfriados y gripe, así como afecciones a largo plazo, como la diabetes, enfermedad cardiovascular, entre otras.
Además, otro trastorno de este tipo, la apnea obstructiva del sueño (AOS), se ha vinculado como posible factor de riesgo de la Covid-19. Según un estudio publicado en Sleep Medicine and Disorders: International Journal, 29% de los pacientes ingresados por Covid-19 en el Hospital de la Universidad de Turku, en Finlandia, padecían AOS. Según los investigadores, la AOS preexistente en un grupo grande y desproporcionado de pacientes sugiere que es un factor riesgo importante para la Covid-19 grave.
Respecto a los trabajadores de la salud, otro estudio publicado en la revista científica Occupational & Environmental Medicine subraya una probabilidad 7 veces más alta de padecer Covid-19 grave. Esto comparado con otros tipos de trabajo no esenciales y con datos del primer confinamiento en Reino Unido.
Esto respalda la necesidad de políticas y prácticas nacionales y organizacionales para la protección y apoyo de los trabajadores de salud. Además, dada la evidencia que vincula los problemas de sueño y el agotamiento con un mayor riesgo de contraer la Covid-19 es esencial procurar el bienestar de este sector. En este sentido, adecuar los turnos para permitir el descanso del personal sanitario resultaría clave para ayudarlos a protegerse de una infección grave de Covid-19.
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