La abultada emisión de deuda en países de Latinoamérica para enfrentar los estragos de la economía y solventar el enorme gasto fiscal, ha resultado sumamente atractiva para inversores de Wall Street. A través de la emisión de bonos soberanos en Latinoamérica, muchas de las empresas más grandes que operan en el mundo han visto los beneficios de la actual racha de “dinero fácil”.
Y es que, según analistas, durante el despliegue de la pandemia, muchos países de la región de ingresos medios emitieron deuda para conseguir financiar los múltiples apoyos gubernamentales para sortear la pandemia. Esta deuda cuenta con una tasa de interés superior a los países desarrollados, haciendo que muchos de los grandes inversores de Wall Street vieran una importante oportunidad al comprar dicha deuda.
Asimismo, la entrada de la pandemia a los países latinoamericanos conllevó un impacto financiero negativo tras la larga duración de la misma y las medidas de confinamiento. La larga temporada de confinamiento elevó la deuda pública para financiar necesidades, tanto económicas como sociales, generadas por el cierre temporal de negocios para evitar la propagación del virus.
Por ende, en Latinoamérica, el promedio de déficit fiscal regional subió en más de diez puntos porcentuales pasando de 68.9% a 79.3% según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). Cabe aclarar que, a diferencia de los países con mayores niveles de desarrollo, la deuda de los países de Latinoamérica se ha vuelto sumamente atractiva para los grandes fondos de inversionistas de Wall Street, debido a los altos intereses que ofrece en relación a otras economías donde las tasas de interés son negativas o cercanas a cero.
De manera que los altos rendimientos de la deuda pública en los países latinoamericanos son la razón principal del constante flujo de capital privado de Wall Street hacia esta región. La compra de bonos del Tesoro de Estados Unidos o el negocio de compra de deuda en la región latinoamericana, es un mejor negocio, pese al riesgo, en medio de un ambiente financiero de bajos rendimientos en la deuda soberana de países avanzados como Alemania o el propio Estados Unidos.
Este es el otro factor de importancia que provoca fuerte interés en la compra de deuda latinoamericana, pues hay billones de dólares invertidos en países con tasas negativas de interés. De manera que se aumenta el apetito por la compra de deuda en países donde existen perspectivas favorables (como el aumento en los precios de materias primas o una debilidad generalizada en el dólar) donde los principales beneficiados son las economías emergentes, entre ellas muchas economías de países latinoamericanos.
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