En un contexto de tensión política por el golpe de estado en Birmania a favor de una dictadura militar, las protestas continúan. En protestas llevadas a cabo diferentes ciudades del país, fuerzas policiales y militares abrieron fuego en contra de manifestantes, se cuentan 18 muertos y decenas de heridos.
Luego del golpe de estado en Birmania el 1 de febrero de 2021, el comandante militar Ming Aung Hlaingquedó en el poder del país. Una de sus primeras acciones en el poder fue la instauración de una dictadura militar y declarar el estado de emergencia por un año. Esto como medida contra el supuesto fraude en las elecciones donde ganó el partido democrático de Aung San Suu Kyi, a quien no se ha visto desde el golpe.
Asimismo se impusieron toques de queda y prohibiciones de reuniones con muchas personas, así como se prohibió el uso de Facebook y limitó el acceso a Instagram, Twitter y WhatsApp. El ejército birmano utiliza cañones de agua, balas de goma y munición real contra los manifestantes en las protestas de todas las ciudades de Birmania.
Las protestas no han parado desde que inició la dictadura de Ming Aung Hlaing, pero el domingo 28 de febrero de 2021, en diversas ciudades las fuerzas birmanas abrieron fuego. En Yangon, Dawei, Myeik, Pokokku, Bago y Mawlamyine se reportaron 18 muertos y más de 50 heridos durante las manifestaciones pacíficas.
Según reportó el Global New Light, medio birmano, el ejército birmano declaró tomar medidas severascontra los “manifestantes desenfrenados” y las “turbas anárquicas“. Los líderes actuales de Birmania también afirmaron que las “turbas anárquicas” están infringiendo diversos artículos del Código Penal y por tanto recibirán el castigo correspondiente.
Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha pedido un cese al fuego contra los civiles, así como la liberación de Aung San Suu Kyi. “El pueblo birmano tiene el derecho a organizarse pacíficamente y demandar la restauración de la democracia“, mencionó Ravina Shamdasani, vocera de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU.
Actualmente, la comunidad internacional pide la intervención de la ONU ante el uso de la violencia por parte del ejército birmano. Mientras tanto, las protestas continúan aún cuando decenas reciben descargas de fuego o resultan heridos por los enfrentamientos con fuerzas militares.
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