De acuerdo con científicos y académicos, los hábitos de higiene desarrollados durante la pandemia de Covid-19 podrían convertirse en un problema de salud pública a largo plazo. En una publicación del Instituto Canadiense de Investigación Avanzada (CIFAR, por sus siglas en inglés), especialistas de la salud y microbiología informaron, los microorganismos que refuerzan el sistema inmunológico se debilitan bajo condiciones extremas de limpieza.
El sistema inmunológico tiene una larga historia de fortalecerse a medida en que hay un entorno con factores salubres e insalubres, sin que uno domine al otro. Ello indicó un estudio realizado por el periodista y escritor Matt Richtel, con datos oficiales de instituciones de salud y científicos de inmunología en todo el mundo. Richtel agregó, en una situación de limpieza absoluta, los factores de salubridad dejan un impacto a nivel poblacional, principalmente poreliminar la exposición hacia patógenos diversos, donde incluyen tanto virus como bacterias.
Según el estudio de CIFAR, los microorganismos que forman una barrera protectora y benefician al sistema inmunológico reciben el nombre de microbiota humano. A lo largo de la historia, esta microbiota ha evolucionado para protegernos de distintos padecimientos, donde resaltan las alergias, reacciones asmáticas y trastornos alimenticios. Una exposición temprana y constante a los patógenos, en concentraciones no letales, es clave para formar personas resistentes a diversas enfermedades.
Brett Finlay, científico en microbiología por parte de la Universidad de British Columbia advirtió que los efectos de mantener una higiene excesiva después de la pandemia requiere una evaluación cuidadosa. Si bien la sanitización y esterilización de superficies y materiales es clave para prevenir la propagación del virus Sars-Cov-2, los efectos que esto puede tener sobre las condiciones inmunológicas a largo plazo no está claro. “La situación de pandemia nos proporciona un tipo de experimentación imposible bajo condiciones normales, no sabemos aún cuáles son las consecuencias después de un año de confinamiento”, agregó Finlay.
Finlay considera que una sociedad con hábitos de higiene vistos durante la pandemia es capaz de evolucionar en unasociedad hiper-higiénica, en caso de continuar al término de la contingencia sanitaria. Al prevenir una exposición a estos patógenos y microbios esenciales, los índices de obesidad, asma, diarrea y otras condiciones crecerán, ya que una de sus consecuencias es el aumento de procesos inflamatorios.
Asimismo, estos especialistas consideran una observación adecuada de los efectos a largo plazo en personas nacidas durante la pandemia Los adultos que modificaron sus hábitos y contacto con microbios del ambiente pueden recibir tratamientos para enfermedades a las que ya tienen resistencia, pero un recién nacido no podrá si no es correctamente inmunizado, comentaron científicos del CIFAR. “Un bebé nacido en el mundo de la Covid-19 no tendrá el contacto adecuado con microbios clave si está en casa bajo estrictas medidas de higiene”, concluyeron.
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