Silvia Navarro cierra este enero una ausencia de casi tres años de la televisión, y regresa desde Estados Unidos con el papel más revelador de su vida. Según admitió en una entrevista con Efe desde la sede de Telemundo Studios, la actriz mexicana está enseñando en “La suerte de Loli” la esencia de su ADN emocional.
“Yo se me dan fácil los cambios y esto ha sido cambiar todo” contó Navarro. Aun así, la artista de 42 años apostó a salir de México y regresar a una comedia romántica, pero ahora en un híbrido entre telenovela y serie.
“Es una historia de amor romántico y también entre padres e hijos, por lo que se hace y, de forma muy destacada, el amor entre amigas”, indicó.
“Yo vivo eso con mis amigas. Es verdad. Yo soy Loli”, les asegura.
Para ejemplificarlo, Navarro abrió mucho más de lo acostumbrado la puerta a su intimidad. “Yo tuve una vida familiar complicada como mucha gente. Han sido mis amigas las que me enseñaron lo que es el amor incondicional”, manifestó.
“Silvia es una actriz visceral y en este papel, aunque es de comedia, lo siento aun más. Ella no está pensando en a dónde debe ir el personaje o lo que tiene que transmitir. Ella lo vive. Está revelando quién es en realidad”, dijo a Efe su coprotagonista Osvaldo Benavides.
La producción se estrena en Estados Unidos el 26 de enero en la cadena Telemundo.
Además de Benavides, Navarro comparte créditos con Gaby Espino, Jacqueline Bracamontes y Christian Chávez, entre muchos otros.
La comedia romántica transcurre en Los Ángeles y tiene como punto de partida la relación de Loli, una ejecutiva soltera cuya vida se transforma cuando muere su mejor amiga y debe encargarse de sus hijos.
“Yo venía de hacer ´La candidata´(un thriller político) y ´Caer en tentación´, que fue muy truculento y le pedía a Dios que me mandara una comedia. Tuve un par de ofertas antes pero preferí esperar y llegó Loli”, recordó.
Por ser una comedia “que apapacha (abraza) el corazón y por la intensidad que trae el estar trabajando en un ambiente en que nos tenemos que cuidar todos (a causa de la pandemia de covid-19)”, Navarro describe el ambiente de las grabaciones como “muy enriquecedor”.
Eso no significa que haya sido sencillo. El primer reto fue tomar la decisión de mudarse a Estados Unidos con un niño pequeño para realizar el proyecto. “Fue muy difícil”, refirió Navarro.
Lo que no es nuevo es el compromiso de Navarro con su misión “de entretener a la gente”. Cuando su hijo León, de 5 años, le preguntaba las razones para un cambio tan radical, “yo le decía que mi trabajo es hacer al público feliz”. Agregó que es lo que desea para su niño, “que tenga un trabajo que le permita dar”.
“Y es lo que define mi vida profesional y más en esta época. Espero que la gente que nos vea sienta un remanso de paz y diversión, al menos por un rato”.
EFE