Ya van casi diez meses desde que se implementaron en marzo 2020 las medidas de prevención tras la entrada de la Covid-19 a México. Esto, por supuesto, generó cambios en la economía de los mexicanos, incrementando la reducción de ingresos, endeudamiento, despidos y, en algunos casos, los cierres de negocios. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), debido a esta crisis más de un millón de establecimientos cerraron definitivamente en el país, representando el 20.81% de un total de 4.9 millones de micro, pequeñas y medianasempresas. Ante este escenario en 2021, resulta importante de tomar elecciones financieras que permitan contar con una mayor estabilidad en el futuro. Al respecto existe una ciencia detrás de las buenas decisiones financieras: las neurofinanzas, las cuales se componen por la interacción de varios campos: finanzas, psicología y neurociencias.
En este sentido, por más que se intente, la naturaleza humana impide alejarse del hecho de que cada elección que se toma tiene un elemento emocional. Asimismo, este conocimiento estudia de qué forma se ajustan las decisiones de inversión, esto en función del riesgo y la ambigüedad.
José Manuel Piñera, director de crédito y cumplimiento de Cumplo México, comenta para NotiPress, “tomar decisiones financieras no siempre es sencillo, por eso es recomendable informarse pues tomar en cuenta proyecciones financieras y planes a largo plazo”. Esto beneficia y evita caer en lo que más se teme: perder dinero y endeudarse.
Piñera coincide con lo que especialistas de las neurofinanzas advierten, “uno de los aspectos clave para comprender por qué a algunas personas les es más fácil hacer dinero que a otras, es la forma cómo se asume y se maneja la incertidumbre”. A continuación comparte cómo aplicar las neurofinanzas para tener un 2021 financieramente más estable.
Planear un presupuesto: es importante tener a la mano una lista de próximos fastos y mantener una economía “minimalista”. En este sentido, el ahorro es fundamental; “puedes aplicar la regla del 50/20/30: que el 50% de nuestros ingresos debemos destinarlo a nuestros gastos básicos, el 20% para el ahorro y el 30% para gastos personales“, indica Piñera.
Mantener un fondo de emergencia: este debe cubrir entre tres y seis meses de gastos normales, eso formaría un fondo de ahorro. Asimismo, se debe tomar en cuenta un factor psicológico: la tolerancia al riesgo de cada uno. De esto dependerá si se mantiene la tranquilidad con un fondo que cubra gastos de un periodo corto, o si es necesario ser más conservador y preferir uno de mayor plazo.
Definir las metas: mantener claros cuales son los objetivos financieros y ordenar las prioridades es importante “para darle un buen destino a tu dinero”. Es importante evitar caer en “darse gustos”, “sí los mereces, pero también puedes premiarte mediante la tranquilidad mental de no endeudarte o perder dinero en cosas que realmente no necesitas”, explica.
Pagar deudas: es necesario consolidar una deuda si es que se tienen más de dos o tres préstamos, es decir, se pueden unificar y pasarse a una sola cuenta. De esa manera, se ahorran las comisiones anuales y se tendrá una reducción de los intereses. Otra opción es reestructurar el endeudamiento para extender el plazo para que se pague una mensualidad menor.
Diversificar: a la hora de adquirir o invertir en productos y marcas, puede ser que, sin darse cuenta, se haga solo porque existe una carga emocional con ellas. Bajo esta línea, resulta importante qué otras opciones hay que sean más amigables con los presupuestos.
“Sin duda alguna, el 2020 nos deja como aprendizaje ser flexibles y adaptarse a nuevos caminos, para esto es necesario investigar y aprender más sobre nosotros mismos”, afirma Piñera. “Debemos reconocer que nuestras decisiones financieras no siempre son las más razonables por lo que deberemos dirigirnos mejor o en su defecto pedir ayuda de asesores financieros” concluye.
De entre toda la incertidumbre y los estragos que la Covid-19 causará, se pueden obtener buenas lecciones financieras que asimilar y sumar a la vida diaria. Las neurofinanzas ayudarán a cuidar la billetera y a tomar buenas decisiones financieras gracias a la interacción entre emociones e inversiones.
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