Alineado con las mejores prácticas, el sector agrícola busca permanentemente hacer más eficientes sus procesos para obtener una mayor productividad. Las estrategias agrícolas sostenibles incluyen una tendencia irreversible; la incorporación de tecnologías de cómputo en la nube y sensores de Internet de las Cosas (IoT por sus siglas en inglés), con el objetivo de generar un análisis de datos y predecir las condiciones óptimas para desarrollo del sector agrícola.
Sobre cómo promover la productividad mediante estrategias sostenibles, José Luis Pérez Vázquez Aldana, presidente ejecutivo de la Federación Mexicana de de Palma de Aceite (FEMEXPALMA), dijo en declaraciones exclusivas a NotiPress, “considero que la mejor forma de incidir en una mejora de la productividad en la agricultura, sin dejar de lado la sostenibilidad y cuidado del medio ambiente, es vinculando y aplicando la ciencia y los avances tecnológicos en los cultivos“. El empresario palmicultor, explicó, existen tres ejes de acción: contar con un programa de capacitación continua dirigida a los agricultores para enseñarles, guiarles y acompañarles en la aplicación de las mejores prácticas agrícolas que corresponda a su cultivo, así como la adopción de aquellas tecnologías a su alcance. Asimismo, el agricultor debe poder acceder a la infraestructura tecnológica y servicios específicos, como puede ser la facilidad de contar con análisis de suelo y foliares permitiendo al productor “diseñar un plan de nutrición ad hoc a su cultivo“. Finalmente, se requiere de políticas públicas bien diseñadas y ejecutadas con el propósito de permitir a los agricultores acceder a insumos y mercados.
Julián Montes, director general de Valent de México, firma de origen japonés de investigación y desarrollo de soluciones para la producción y protección de cultivos, dijo en declaraciones exclusivas a esta agencia de noticias, la promoción de una mayor productividad mediante estrategias agrícolas sostenibles, es posible a partir de productos amigables con el medio ambiente o biorracionales y que “generan los resultados de control que busca el agricultor“
Para el presidente ejecutivo de FEMEXPALMA, uno de los retos que tiene la industria en México en materia de seguridad alimentaria, es una política del Gobierno más orientada al sustento técnico y científico. De no existir esta orientación, “considero que la seguridad alimentaria y los avances del agro mexicano estarán en grave riesgo“, agrega. En cambio, el director general de Valent de México, relaciona una mayor productividad con el asunto de seguridad alimentaria.
Ramón Díaz, socio fundador de Appgricola, una firma que conceptualizó la inteligencia agronómica mediante el término agricultura cognitiva, explicó en entrevista exclusiva, utilizan tecnología IoT como sensores en campo, lo envían a estaciones meteorológicas y luego estos datos se suben a la nube, para realizar diversos cálculos matemáticos como de regresión lineal y con ello predecir, mediante algoritmos de software, las necesidades de las plantas a partir del estudio de la atmósfera y el suelo. La startup de Jalisco firmó un convenio con la Agencia Espacial Mexicana (AEM) para usar tecnología satelital e integrar los datos a la analítica. A partir de estos datos, adopta tecnologías de inteligencia artificial, orientada a optimizar los algoritmos de recomendaciones, cuyo fin es proveer alertas a los smartphonesde los agricultores.
Consultado por NotiPress, Alfonso Salcedo, fundador y CEO de Big Data Company (BDCo), una startuptecnológica especializada en análisis de datos, compartió su visión del sector agrícola en la adopción de tecnologías: “el mercado latinoamericano es muy renuente, por ende la adopción y el avance es menor a otros sectores dónde la innovación es un factor determinante para la vigencia en el mercado“. Más bien, el uso de tecnologías agrícolas va de la mano de multinacionales que buscan calidad y competitividad de precios en los cultivos. Asimismo, el empresario destacó el papel de las nuevas generaciones, quienes comenzaron a tomar el mando de empresas familiares en aras de tecnificar la industria, en medio de resistencias culturales.
Si bien la agricultura proporciona un alto valor a la humanidad, no por ser una actividad primordial significa la adopción primaria de tecnología. El sector privado se debate entre estrategias agrícolas sostenibles, mientras las problemáticas sociales ocupan un importante lugar en la agenda de los gobiernos y se carece de estímulos de ciencia y tecnología para el campo por parte del Estado, una consigna que abarca muchos países latinoamericanos. La pregunta obligada de los empresarios es cómo mejorar la productividad agrícola mediante tecnología.
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