Por Rogelia González Luis
#SinMujeresNoHayDemocracia
En el marco del día internacional de la mujer indígena, es fundamental hacer un recuento de los retos que aún enfrentamos, para el acceso pleno al reconocimiento a nuestros derechos, así como también para rendir tributo a todas las mujeres pertenecientes a los pueblos indígenas del mundo, y para visibilizar sus luchas históricas. Desde 1983, las mujeres indígenas de distintos países conmemoran esta fecha con la honra que merecen las mujeres portadoras de la herencia cultural y ancestral de nuestras comunidades; así como también de aquellas que murieron en la lucha contra la discriminación y los abusos cometidos durante la historia. El papel fundamental que tienen los pueblos indígenas, y en especial de las mujeres indígenas, sigue siendo invisibilizado.
Las mujeres indígenas desempeñan un papel importante en la preservación de la biodiversidad a través de la conservación de las semillas, en la recuperación de prácticas agroecológicas que garantizan la soberanía y seguridad alimentaria desde la producción de alimentos saludables, muchas veces a contracorriente de las políticas y acciones económicas implementadas por los gobiernos y las grandes empresas.
A pesar de sus grandes aportes a la humanidad a través de sus saberes, las mujeres indígenas continuamos viviendo una triple discriminación, así como desigualdades económicas, políticas y sociales, las mujeres no son dueñas de la tierra, no cuentan con acceso a servicios como el agua, la salud, un trabajo remunerado, son víctimas de violencia de género, limitando con ello, la promoción de la igualdad de género.
En nuestro país, existen 68 pueblos indígenas, la población indígena es de 12 millones 25 mil 947 personas, de las cuales el 52% son mujeres, quienes producen el 60% de los alimentos del mundo, pero sólo somos dueñas del 2% de las tierras. En cuanto a la participación política la mayoría de los casos las mujeres no tenemos ni voz ni voto en las asambleas ejidales por nuestra condición de género.
Hay una evidente situación de discriminación racial que prevalece en el país, y que hace mayor énfasis en las múltiples e interseccionales formas de discriminación que afectan, particularmente, a las mujeres indígenas en México. Entre ellas se pone en evidencia el acceso a la justicia, a la recolección de datos (hasta la fecha no contamos con datos precisos del número de feminicidios de mujeres indígenas), la participación plena de las mujeres indígenas en las consultas previas libres e informadas de los temas que atañen directamente a la vida en las comunidades, las diversas violencias que viven en los diferentes ámbitos, así como también la participación política y más aún en los municipios de sistemas normativos.
Aunado a ello es fundamental garantizar políticas públicas que garanticen presupuestos y programas para las mujeres indígenas, las declaraciones vertidas desde una visión patriarcal y machista no abonan al desarrollo de nuestras naciones. Tener una mirada limitada, deja en evidencia la falta de sensibilidad, conocimiento e información en torno a las desigualdades que vivimos día a día las mujeres indígenas. Es momento de generar condiciones que abonen en la participación política de las mujeres indígenas, reivindiquemos sus luchas para visibilizar sus grandes aportes.