La importancia del autocuidado y salud mental durante la contingencia sanitaria es imprescindible para que los adultos mejoren su calidad de vida; sin embargo, según estudios sobre el efecto psicológico del Covid-19, este cuidado debe abarcar también a niños y adolescentes, ya que se han convertido en uno de los sectores más afectados por las medidas de distanciamiento social.
De acuerdo con un estudio publicado por la revista científica The Lancet, los efectos psicológicos del distanciamiento social durante la pandemia de Covid-19 resultan severos para niños y adolescentes recluidos en sus hogares, debido a que se encuentran en un importante periodo de formación, y son más sensibles hacia los procesos de socialización con otras personas de su edad.
Esta investigación, coordinada por Amy Orben y Livia Tomova, parte de la importancia de las interacciones sociales, y evalúa el impacto negativo del distanciamiento social en la salud mental de personas entre 10 y 24 años, en distintas partes del mundo, y en el marco de las medidas de cuarentena.
Al recluirse en casa, dejar de tener contacto con otras personas de su edad, y exponerse a menos estímulos nuevos, los niños pueden experimentar un rezago en su crecimiento, y desarrollar padecimientos mentales importantes. Por otro lado, el entorno de sus hogares y comunidades juegan un papel importante en estas afectaciones, ya que el estrés y los hábitos de de los padres, u otras figuras de autoridad, así como las condiciones socioeconómicas, repercuten de manera negativa en la salud mental de niños y adolescentes.
Entre los padecimientos más recurrentes se encuentran los trastornos de ansiedad. En el caso de México, los casos de ansiedad entre niños y adolescentes incrementaron durante las jornada de sana distancia y restricciones de movilidad. Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia(UNICEF), entre mayo y julio la Encuesta de Seguimiento de los Efectos de la COVID-19 en hogares con niños y niñas (ENCOVID19-Infancia) registró que el 35.7% de niños presentaron síntomas de ansiedad, depresión, y pánico en sus hogares.
Asimismo, respecto a la adolescencia, el uso de tecnologías digitales para crear vías de comunicación en redes sociales, espacios de recreación, y telefonía, han mitigado algunos de los efectos dañinos del distanciamiento social.Ya que durante el periodo de desarrollo del cerebro social en la adolescencia, este se moldea rápidamente en los entornos sociales, incluso cuando son virtuales. Pese a ello, existen riesgos por un incremento de síntomas en padecimientos mentales anteriores, al exponerse a factores de estrés como falta de recursos y bienestar, bullying, violencia doméstica, soledad, y problemas psicológicos no atendidos durante la infancia.
Frente al riesgo del distanciamiento social y reclusión en la salud mental de niños y adolescentes, la UNICEF y especialistas resaltan la importancia de los padres y figuras de autoridad, ya que deben tomar medidas de autocuidado y buscar refuerzos positivos, con objeto de evitar más factores de estrés durante la contingencia sanitaria y las actividades desde casa.
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