La crisis económica desatada tras el despliegue de la pandemia por Covid-19 ha ocasionado la quiebra de múltiples empresas. Sin embargo, hay sectores clave que han sido especialmente afectados por las restricciones a la movilidad y la búsqueda de redefinición de un modelo económico a futuro, entre los que se encuentran, precisamente, la industria de transportes y el turismo.
Una de las principales causas que llevan a estas empresas a la bancarrota es la falta de liquidez. Aún se traten de corporaciones con larga trayectoria en el mercado, la falta de consumidores y clientes provocada por la cuarentena ha afectado la capacidad de proveedores de servicios como aerolíneas de sustentar sus operaciones, orillándolas a declararse en bancarrota bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos.
Por ejemplo, Virgin Atlantic, la aerolínea inglesa, se declaró en bancarrota en Estados Unidos al esbozar un plan que requiere el ahorro de 1.5 mil millones de dólares (mmd) para usarse como rescatarse. Latam Airlines, una de las aerolíneas más importantes de América, se ha sumado a la lista de empresas con mayores afecciones tras la crisis sanitaria, resultando en el despido de cientos de empleados, lo que parece la peor crisis dentro de la industria.
En el sector automotriz, Hertz, la empresa estadounidense de alquiler de automóviles con sede en Estero, Florida se declaró en quiebra debido a que alrededor de 700 mil vehículos estuvieron inmovilizados durante las medidas de confinamiento. De esta forma, la compañía puso en venta una gran parte de su stock y redujo los ingresos de Hertz, con tal de cubrir las obligaciones con acreedores.
Para poner un caso mexicano, al cierre de mayo 2020, 10 mil empresas y negocios afectados habían desaparecido según los registros del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). En abril 2020 se dieron de baja 6 mil 689 y, en mayo, los números cerraron en 3 mil 295, todavía una cifra bastante significativa. Aeroméxico, la principal aerolínea del país, informó una reestructuración de su deuda debido al “impacto sin precedentes” de la pandemia de Covid-19 en su sector.
Además, se estimó un que 12.5 millones de personas se quedaron sin trabajo entre en abril y mayo 2020. Como afirmó el subgobernador del Banco de México Jonathan Heat, a través de Twitter, reportó una pérdida de trabajos más grave, de 18.4 millones de empleos de tiempo completo en abril y otros 1.8 en mayo, aunque se asegura que esta tendencia va a la baja.
Si bien no todas las empresas han recurrido a una medida tan drástica como declararse en bancarrota, la crisis generada por el Covid-19, más allá de las afectaciones graves a la economía y el empleo, acarrea presiones muy fuertes para redefinir y reestructurar el modelo económico y laboral de la próxima década.
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