Por Arturo Prida Romero
Presidente del IX Consejo Nacional del PRD
Desde que México y Estados Unidos se ganaron sus correspondientes independencias, la relación entre ellas siempre ha estado caracterizada por conflictos que han sido superados, no sin llegar nuevos problemas que vienen a sustituir al anterior. Aunque existen muchos indicadores sobre cómo esta relación es beneficiosa para ambos países, la historia y principalmente la relación que se crea entre los presidentes de cada nación son un reflejo de la tensión que existe en la aparente paz.
Desde Carlos Salinas de Gortari hasta Enrique Peña Nieto, que es el tiempo al que el presidente López Obrador, denomina el periodo neoliberal, los primeros viajes presidenciales no han sido como era de suponerse, a los Estados Unidos, y llama la atención que los últimos cinco presidentes mexicanos realizaron su primera visita de Estado un año después de haber iniciado su administración.
Carlos Salinas de Gortari hizo su primer viaje al extranjero en su calidad de presidente a España en junio de 1989, ahí se reunió con Felipe González, presidente de ese país, con quien logró una reducción de la deuda pública mexicana.
En octubre de 1995, el presidente Ernesto Zedillo si realizó su primer viaje de Estado a la Unión Americana y se reunió con el presidente Bill Clinton. En esa visita, ambos mandatarios negociaron la deuda extraordinaria que México contrajo con Estados Unidos y el pago que el gobierno de Zedillo realizó por adelantado.
Con la llegada del nuevo milenio, Vicente Fox Quesada viajó en el 2001 a Davos, Suiza para participar en el Foro Económico Mundial. En ese contexto, Fox presentó al mundo un país amigable y abierto a la inversión destacando sus atractivos económicos.
Nicaragua fue el primer país que visitó el presidente Felipe Calderón, en 2007 donde asistió a la ceremonia de asunción del mando presidencial en la República de Nicaragua del comandante Daniel Ortega, interesante paradoja.
En 2013, como su primera salida del país, Peña Nieto viajó a Chile para participar en la Sexta Cumbre de la Alianza del Pacífico, conformada por México, Colombia, Perú y Chile. Peña Nieto renovó el compromiso de México en favor de la integración regional de Latinoamérica.
Las visitas de los presidentes neoliberales a los Estados Unidos se resumen así: en 1989 Carlos Salinas visitó Estados Unidos tras proponer a George H. W. Bush (1981-1989) incluir a México en el acuerdo comercial de América del Norte, durante este periodo la relación volvió a estrecharse y culminó con la entrada en vigor del TLC. Parar 1995, Ernesto Zedillo (1994-2000) y Bill Clinton (1993-2001); se reunieron para agradecer a EUA el préstamo por 20 mil millones que rescató a México de la crisis y la moratoria en diciembre de 1994, así que las relaciones siguieron, en base al apoyo incondicional, la sumisión, y la inexistencia de crítica de forma fluida. Durante el sexenio de Fox se esperaba una muy buena relación con nuestro vecino, debido a la gran simpatía entre los presidentes Fox y Bush, pero el ataque a las Torres Gemelas en septiembre de 2001 desplazo a México de la agenda de los Estados Unidos y de su presidente.
Posteriormente las relaciones se tensaron gracias a la mala relación que compartieron Felipe Calderón (2006-2012) y Barack Obama (2009-2017), Calderón, en mayo de 2010, en visita de Estado, ignoró el protocolo y politizó en el discurso de bienvenida, indignado por las críticas a su gobierno reveladas por Wikileaks, expuso en español que “Estos desafíos monumentales nos plantean una disyuntiva: o volvemos a la recriminación mutua e inútil, o superamos juntos estos retos”, en enero de 2011 exigió a la secretaria de Estado Hillary Clinton la renuncia del embajador Carlos Pascual, iracundo por las críticas al ejército y a su gobierno, elevando drásticamente la tensión diplomática entre los gobiernos.
Finalmente, con el gobierno de Peña Nieto las relaciones fueron buenas a secas, hasta la desastrosa invitación al candidato Trump en 2018 que favoreció a este, en la carrera por la presidencia.
Toda esta reseña histórica nos sirve de colofón para descubrir que el presidente que ha declarado muerto al neoliberalismo y a la hegemonía del mercado sobre el individuo, hará su primer viaje internacional a los Estados Unidos para festejar el inicio de el más reciente tratado de libre comercio de la región norteamericana, ¿No les parece algo incoherente?
Además va a agradecer los favores recibidos, a su administración, no a nuestro país, de parte del presidente norteamericanos que mas a ofendido a México y a los mexicanos, de aquí y de allá, con sus discursos llenos de odio y de frases xenofóbicas, además de que nos ha construido un muro en la frontera norte, el cual es la mas grave afrenta que nos han hecho nuestros vecinos del norte desde que nos quitaron tres cuartas partes de nuestro territorio en el siglo XVIII.
Pero para el presidente López Obrador y su 4T, todo esta bien y no se esta poniendo en riesgo la soberanía ni la libertad de nuestro país, sin darse cuenta que lo que ya esta por los suelos es la dignidad y el respeto de México en el concierto de las naciones del mundo.
