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lunes, noviembre 18, 2024

No subestimemos ningún acto violento (Primera Parte)

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Por Michelle Ponce de León

Antes que nada, les quiero comentar que no soy un especialista en el tema, no he tenido alguna participación en algún foro abordando estos asuntos y tampoco mi carrera profesional ha estado ligada para nada a las ciencias sociales. Considero que es algo que nos concierne a todos como sociedad, es alarmante y no me gusta que siga habiendo más y más casos de los distintos ámbitos y niveles de violencia contra las mujeres. Dicho lo anterior, este texto es un llamado de atención a todas y todos para actuar ante hechos o circunstancias que minimizamos y dejamos pasar como si nada. 

Lamentablemente tomaré un ejemplo de tantos que ha habido en el país. Una mujer de 21 años de edad, estudiante de Derecho en la Universidad Autónoma de Nayarit llamada Diana Carolina Raygoza. Ella dio la primera alerta en agosto de 2019 por medio de redes sociales y como en otros casos nadie actuó, tuvo que pasar el hecho tan doloroso para poder actuar. Según el fiscal del Estado de Nayarit y por las supuestas evidencias todo indicaba que había sido un primo de ella quien realizó el crimen y definieron una “sicopatía”, desorden conductual y un evidente odio hacia las mujeres ya que en la recamara de ese miserable había libretas donde se menciona de forma despectiva a embarazadas, lesbianas, prostitutas, y se enfatizan lesiones con armas punzocortantes, “recetas” donde se explica cómo matar, cómo destazar cuerpos e incluso un escrito sobre cómo comer mujeres. Me pregunto, ¿De verdad nadie habrá notado la mínima intención del odio que existía o que expresaba con las mujeres? o ¿si alguien lo notó se le hizo un acto “normal” y por ello no lo denunció? Siempre será preferible ser muy precavido, exagerado o como le quieran llamar, pero no hay que subestimar lo que ese tipo de personas pueden llegar a ocasionar por los distintos tipos de trastornos o problemas por los que pasaron o están pasando.    

La poca ayuda que tenemos de autoridades y para variar de nuestro presidente quien en semanas anteriores comentó (hasta la fecha, sin sustento alguno) que el 90% de las llamadas de auxilio sobre violencia contra las mujeres son falsas pese a los registros oficiales sobre el incremento de violencia durante el confinamiento, queriendo una vez más minimizar el problema con unas palabras que parece que provienen de un párroco de una iglesia que de un mandatario. No dejemos para después una denuncia o pedir ayuda de alguien que puede llegar a causar cosas inhumanas. 

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