loader image
domingo, noviembre 24, 2024

La actitud presidencial ante la muerte de más de 10 mil mexicanos por COVID-19

-

Header

Por Arturo Prida Romero

Presidente del IX Consejo Nacional del PRD

Sin dejar de reconocer la necesidad de reactivar la vida económica y social del país, ante una pandemia, que sin duda, ha traído consigo innumerables problemáticas y que, prácticamente paralizó la vida de un gran porcentaje de personas en México; esta reflexión pretende señalar la importancia de realizar este retorno, con un liderazgo prudente y lógico, basado en sustentos científicos y hechos verificados.

La muerte de más de 10,000 personas no deben de ser tomada a la ligera, ésta lamentable situación debe servir para fomentar una nueva cultura de la prevención y sobre todo, en cuanto al sector público, debe usarse para entender la importancia de mejorar el sistema de salud, así como, los protocolos de actuación, pero más que cualquier cosa, debe servir para dimensionar el daño que puede causar una figura pública irresponsable, como lo fue y ha sido el presidente de la República. 

Espero que nadie, olvide que pese a las indicaciones de los expertos de evitar lugares concurridos para evitar la propagación de coronavirus, el presidente hizo una atenta invitación a través de la televisión nacional, para que los ciudadanos continuaran saliendo a las calles, a días de que el país entrara en fase 2 de la contingencia. 

Ni que tampoco nadie olvide que el primer mandatario, fue la primera persona que se mostró renuente a las recomendaciones de las autoridades sanitarias, de permanecer en casa, no acudir a eventos masivos, mantener una sana distancia y evitar el saludo físico; cuando la OMS decretaba la pandemia, nuestro gobernante, tomaba a niños entre sus brazos y besaba a sus seguidores. 

Actos de irresponsabilidad que no sólo afectan la salud del mandatario, puesto que como representante del pueblo y líder político, éste olvido que sus palabras, pero sobre todo sus actos, afectan a millones de personas. Su teatro provocó que la población menospreciara el virus y se pusiera en peligro. 

Como si esto no fuera suficiente, el ejecutivo federal también modificó la información que se transmite a la ciudadanía acerca del COVID-19, la cual como varios medios periodísticos y distintos gobernadores han demostrado es errónea e imprecisa.

Por esto, es que la comunidad científica, la sociedad civil organizada y la oposición política ve que laestrategia que pretende lograr la reapertura ordenada, gradual y escalonada de la vida económica, social y educativa del país, es deficiente.

Empezando por la decisión presidencial de regresar a las giras de trabajo. La cual, parece no responder a la preocupación de reactivar el país, sino al intento de reposicionar la imagen del presidente, ante su continua caída de popularidad y aceptación.  

Las malas decisiones y la actitud despreocupada del mandatario, aún, cuanto existen casi 100 mil familias contagiadas ha provocado que cada día más personas se den cuenta del juego macabro que juega el presidente. El cual en su discurso es capaz de minimizar cualquier cosa. 

Que si no hay crecimiento, inventa un nuevo indicador de bienestar. Que, si no hay salud, es culpa de nosotros por ser neoliberales y esperar un hospital digno. Sí de verdad, deseará la reactivación económica y la creación de empleos, ¿Sería necesario que vaya a sacarse la foto? ¿Es necesario un evento público, para que le aplaudan y suba fotos a sus redes sociales? ¿No podría iniciar los trabajos sin su presencia, sin un evento, sin arriesgar a nadie? O sólo será, qué su cuota de egolatría y su necesidad de reconocimiento, es más importante que la salud de lo que él dice es su gente.

Una vez más, los hechos hablan más que las palabras, por un lado, el discurso dice, que la reactivación de actividades debe realizarse con disciplina, por el otro, los hechos muestran que la economía, y su carrera política es más importante que la vida de las personas. 

En el primer día de la nueva normalidad, se reportaron 237 nuevas muertes y 2 mil 771 nuevos casos confirmados, dicho en otras palabras, parece ser que la nueva normalidad, es que se fallezcan un par de centenas de personas y se contagien un par de miles. 

Para terminar, no puedo dejar de hacer hincapié que, así como en marzo salió a invitar a salir a la gente, esta gira de eventos, tendrá los mismos efectos negativos, puesto que, su aplausómetro de esta semana recorre 3 de los estados con mayor número de contagios y muertes por COVID-19 (Tabasco, Veracruz y Quintana Roo).

- Publicidad -