Por Martha Díaz Reyes
El Parque Nacional Lagunas de Chacahua se encuentra al sur de la República Mexicana, en la costa oaxaqueña. Está constituida por la Bahía y Laguna de Chacahua y las lagunas de Tianguisto y Pastoría. Decretado como Parque Nacional 09 de julio de 1937, es una de las áreas naturales protegidas más importantes de México, pues se encuentra en la Lista de Humedales de Importancia Internacional. Además, es hogar de algunas tortugas marinas (Laud, Carey y Golfina) y de cinco comunidades afromexicanas e indígenas.
El Parque es conocido por los manglares, la diversidad marina, las buenas olas, que aprovecha el turismo internacional principalmente, y la calidez de la gente que lo habita. La economía de la población se basa en la pesca y el turismo, por lo que en temporada vacacional aumentan un poco sus ganancias, por lo que la laguna es su fuente de vida y bienestar.
Sin embargo, durante los últimos años, el ecosistema se ha visto seriamente dañado. El gobierno ha permitido que la empresa transnacional Ungerer (México), que se dedica a la extracción de aceite de limón, vierta sus desechos en el sistema de lagunas. Además de la apertura artificial de la bocabarra en la playa Cerro Hermoso, lo que cierra dos bocabarras que suministraban agua a los manglares, permitiendo la diversidad de especies acuáticas.
De igual manera, un sistema de riego que se alimenta del agua de la laguna, aunque desde 1995, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales haya exigido a la Comisión Nacional del Agua acabar con ese sistema. A la fecha no se ha cumplido tal orden. Las problemáticas mencionadas, han suscitado que en tres ocasiones se haya observado la muerte masiva de peces y un incremento de enfermedades entre los pobladores.
La falta de escuelas dignas y la pérdida de trabajos, provoca que los habitantes del Parque se disputen las zonas de pesca y que recurran a actividades ilegales como el contrabando de especies animales exóticas o la venta de maderas preciosas. No obstante, ellos también contribuyen al deterioro ambiental por la necesidad de sobrevivir. En el último de los casos, los hombres migran a Estados Unidos o a pueblos aledaños que tengan mayores oportunidades de empleo.
Los habitantes, en un intento de mejorar la situación, han optado por crear hoteles sustentables, un santuario para la protección de las tortugas, recoger la basura del agua y separarla para su reciclaje, entre otras. El cocodrilario que se encuentra en Chacahua, recibe el mínimo mantenimiento, ya que ni el gobierno federal ni el municipal contribuyen económicamente. Se sostiene por donaciones de las y los turistas, así como el trabajo voluntario de algunas personas.
Los esfuerzos de los habitantes por conservar el Parque no serán suficientes mientras el gobierno permanezca inmutable ante sus peticiones. Mientras para unos el Parque forma parte de su esencia y es su fuente de vida, para otros es un jugoso negocio, aunque me parece que no será por mucho tiempo.