Pese a la pandemia mundial del COVID-19, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) informó que desde principios de marzo ha registrado 3 mil 330 solicitantes de asilo recién llegados a México quienes han recibido asistencia humanitaria, lo que les ha permitido arrendar lugares donde hospedarse.
Durante el primer trimestre del año, las solicitudes de asilo en México crecieron un 33 por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Las nuevas solicitudes de asilo, cerca de 17 mil 800, presentadas en 2020, provenían principalmente de nacionales de Honduras, Haití, Cuba, El Salvador y Venezuela.
ACNUR detalló que mientras que varios países en América Latina y en el resto del mundo han cerrado sus fronteras y restringido los movimientos para contener la propagación del coronavirus, en México se continúan el registro de nuevas solicitudes de asilo de personas que huyen de la persecución y de situaciones de violencia brutales, lo que les permite encontrar un lugar seguro.
Según cifras de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), en su reporte estadístico de solicitantes de refugio en México al corte del mes de noviembre de 2019 (última actualización), informó que la delegación de Chiapas mantiene el primer lugar en solicitudes de refugio con 43 mil 647, lo que corresponde al 62 por ciento de la trámites en el país.
Ante ello, la ACNUR al considerar el registro de nuevas solicitudes de asilo como una actividad esencial, mencionó que México ha garantizado que las personas estén protegidas frente a la posibilidad de ser retornadas a sus países de origen, donde sus vidas corren peligro, mientras sus casos son estudiados.
ACNUR destacó que prácticas como esta demuestran que se puede seguir con el cumplimiento de principios de la legislación internacional sobre refugiados incluso en momentos en los que los gobiernos adoptan medidas dirigidas a salvaguardar la salud pública.
Pandemia
Aunque la media de solicitudes de asilo semanales registradas en México en el mes de abril han descendido un 90 por ciento por las restricciones fronterizas implementadas en América Central por el COVID-19, todavía hay cientos de personas que presentan sus solicitudes para recibir el estatuto de refugiado en este país.
Aunque las autoridades mexicanas han suspendido los plazos legales para la tramitación de las solicitudes de asilo debido a la pandemia, ACNUR asiste a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) para la transición hacia un sistema de registro y tramitación en remoto de las solicitudes de asilo.
“El objetivo es respetar las recomendaciones de distanciamiento físico durante el proceso, así como evitar que siga aumentando el número de casos pendientes de resolver que se han ido acumulando a lo largo de los últimos años. Hemos colaborado con las autoridades mexicanas para facilitar la salida de solicitantes de asilo desde centros de detención, una tarea que resulta crítica por el peligro que supone el COVID-19 para las personas detenidas” informó la autoridad internacional.
Desde el día 16 de marzo, ACNUR ha apoyado la salida de 434 personas solicitantes de asilo de los centros de detención para inmigrantes.
La ACNUR detalló que las personas puestas en libertad de forma general se alojan en albergues gestionados por organizaciones de la sociedad civil o por la Iglesia católica o arriendan un alojamiento con la asistencia de ACNUR.
La Agencia de la ONU para los Refugiados ha dado apoyo a 93 albergues para implementar medidas preventivas para evitar la propagación del coronavirus, tratando de garantizar que las personas refugiadas y solicitantes de asilo permanezcan seguras y en buen estado de salud.
Muchos albergues también han habilitado áreas de aislamiento para aquellas personas que den positivo o que presenten síntomas sospechosos de COVID-19, equipadas con termómetros, materiales de limpieza, artículos de aseo personal y teléfonos móviles de emergencia.
Sin embargo, otros 65 albergues en el país ya no reciben nuevas llegadas. Por ello, ACNUR ha reforzado la asistencia humanitaria a los solicitantes de asilo, de forma que puedan pagar otros tipos de alojamiento.
Esta medida permitirá reducir la demanda de espacios en los albergues y que los solicitantes de asilo puedan cumplir con el distanciamiento físico recomendado. * Este artículo fue retomado del portal Chiapasparalelo.
Cimac Noticias