Por Arturo Prida Romero
Presidente del IX Consejo Nacional
Como es bien conocido el pasado domingo 12 de abril, miembros de la OPEP+, incluido México llegaron a un acuerdo sobre la reducción de petróleo en 9.7 millones de barriles diarios, y que el gobierno de México como siempre, con su afán protagónico y su engañoso discurso demagógico ha buscado que la opinión pública se crea una vez más sus mentiras.
Esta fórmula ya es bien conocida por todos los mexicanos, y repite los mismos ejes fundamentales, primero acusa a sus predecesores de neoliberales, afirmando que él no dejara caer la producción como sus antecesores; luego dice que los expertos se equivocan y que no saben, llegando al límite de denostar el trabajo de los ingenieros petroleros, al afirmar que sacar petróleo es muy fácil, que se hace un hoyo y sale; para terminar con una enfrentamiento con la comunidad y el comercio internacional, los cuales para sus ojos no son más que cuotas de poder de sectores privilegiados; esto resulta, como el mayor de sus problemas ya que olvida que el petróleo mexicano tiene por objeto el comercio internacional.
Todo este discurso es elaborado minuciosamente y tiene por objeto llevar a su base electoral la idea de que es diferente, aun cuando detrás de la demagogia y del discurso ficticio sepa que lo único que provoca es desprestigio internacional y contramedidas de sus homólogos como se verá más adelante.
Mia análisis parte de la pregunta obligada ¿el recorte funcionó? Para lo que se debe contestar según las cifras y previsiones tempranas, el recorte no resuelve la crisis, aunque ayuda a que no se agrave.
Las cifras reales dicen que PEMEX no solucionará sus problemas financieros con esta medida, y en general todos los países petroleros saldrán golpeados por los precios internacionales de petróleo. Para el caso específico, el precio de la mezcla mexicana después del acuerdo, subió el lunes pasado un 3.74% (alcanzando los 17.16 dólares), sin embargo, esto sólo representa una ganancia de 62 centavos con respecto al jueves pasado (16.54 dólares), día en el que México se negó a reducir su producción en términos de cooperación internacional.
Dicho en otras palabras, ganar centavos no resuelve el boquete presupuestal que ha dejado para el país los precios internacionales, más, si consideramos que el precio del petróleo mexicano acumula un desplome de 71.1% o 42.2 dólares con respecto a su cotización máxima alcanzada en el año, de 59.35 dólares el 6 de enero.
Por lo que es evidente que las medidas lograron frenar el descenso en el precio, pero no lograran subir el precio a los 49 dólares que el gobierno necesita para cubrir el PEF 2020, aun considerando que esté acuerdo es el recorte más profundo jamás acordado por los productores de petróleo del mundo, y que no sólo incluye medidas inmediatas ya que el acuerdo expirará hasta abril de 2022. 2
Estableciendo reducciones por 9.7 millones para mayo y junio, 8 millones de barriles por día entre julio y diciembre de 2020, pasando a 6 millones de barriles entre enero de 2021 y abril de 2022.
Es una realidad que el petróleo alcanzo su precio más bajo en 18 años por la incapacidad de Arabia Saudita y Rusia de llegar a un acuerdo sobre recortes de producción a principios de marzo, iniciando una guerra de precios al inundar el mercado con crudo. Pero esto solo es una pequeña parte del problema puesto que otra razón igual de importante es sin duda la pandemia global de Covid-19, la cual ha dado un golpe devastador a la demanda global de energía, la cual se redujo cerca del 30% (19 millones de barriles diarios) presionando los precios aún más.
Si bien es histórico, es poco probable que el acuerdo resuelva la crisis de la demanda. La reducción acordada en la producción representa solo alrededor del 10% del suministro normal de petróleo del mundo, muy por debajo de las estimaciones de cuánta demanda de petróleo se ha derrumbado en medio de la pandemia de coronavirus.
Dicho en otras palabras, el acuerdo no fue suficiente, sí quisiéramos enaltecer una postura mexicana, tenía que haber sido una que incluyera un plan de reducción mayor y no una postura de negativa a la reducción, o por lo menos una postura propia, ya que México no convenció a la comunidad internacional a base de una argumentación sobresaliente, el país logro sólo reducir 100 millones de barriles gracias y exclusivamente a la intervención estadounidense, y no a esfuerzos nacionales como quieren vender. Lo que deja una interrogante ¿Por qué Trump ayudaría a México? Para responder esta pregunta podemos usar una conferencia de prensa del pasado viernes.
En esta Trump confirmó que habló con el presidente mexicano y aceptó un recorte, pero también confirmó que México reembolsaría a Estados Unidos en una fecha posterior. Por lo que no fue un acto de bondad, sino una acción geopolítica estratégica, en esta misma entrevista el presidente norteamericano destacó la buena relación con México por su trabajo conjunto en la frontera para frenar la entrada de migrantes indocumentados.
Para aquellos que no lo recuerden desde enero de este año, el ejército mexicano y la guardia nacional, han sido utilizados para detener el flujo migrante de centro y sur américa hacía EEUU, no se sorprendan sí el gobierno mexicano recrudece dichas acciones, ya que ahora el presidente le debe un gran favor a Washington.
Para finalizar no se debe dejar en duda que el acuerdo de reducción es histórico pero insuficiente, los recortes son demasiados pequeños y su implementación ha sido tardía, ya que las potencias y los principales compradores de petróleo ya han aprovechado para rellenar sus reservas con petróleo barato. Mientras que la pandemia global seguirá ralentizando la economía global durante todo el 2020.
Por último, aplaudir la supuesta firme postura mexicana es una falacia porque lo que estamos haciendo realmente es celebrar una decisión que provoca que cueste más dinero extraer crudo mexicano que en lo que se puede vender, según Pemex el costo promedio de extracción de barril de crudo en 2020 es de es 14.2 dólares, es decir, en estos momentos sólo se ganan 3 dólares por barril, increíble pero 3
cierto, según los expertos, en un momento de precios tan bajos para el petróleo, tiene mucho más sentido económico comprar petróleo muy barato y mantener las reservas intactas para cuando se pueda vender caro.
El tema petrolero no es visto por el gobierno de México como un tema financiero u económico, por el contrario, es visto como un tema político, para el presidente es una prioridad política. México vendió como una especie de triunfo el no haber firmado los recortes de petróleo que le exigían este jueves, sin embargo, esta decisión no solo nos costara financieramente como ya se dijo, sino que en el futuro cercano le pasará factura de algún modo respecto al resto de países productores, que sí aceptaron el acuerdo.
Cuanto menos, es evidente que afectará nuestra imagen y reputación ¿preocupante? Basta sólo recordar el crecimiento de 0% en el año 2019 por decisiones similares, como la cancelación del AICM de Texcoco. Si de verdad los integrantes de la 4T, creen que ahuyentar los capitales internacionales y pelearse con todos es una buena idea les recuerdo que México está quedando mal.
Pero sobre todo ellos, escuchar a los expertos es una mejor idea, los analistas aseguran que aceptar el recorte de 400 mil barriles diarios podría haber resultado positivo para las finanzas de la Pemex, mucha de la producción en México no es rentable en los niveles actuales de precios. Aceptar el recorte, habría dado la oportunidad de enfocarte en campos rentables y parar el desarrollo o actividad de campos que no los son, Pemex pierde una oportunidad de oro para cortar producción no rentable con excusa del acuerdo de OPEP+, la verdad es que salió más caro el caldo que las albóndigas.