La proteína cárnica representa una parte fundamental de una dieta equilibrada por otorgar aminoácidos; vitaminas como la B12, necesaria para mantener sanas las neuronas y glóbulos sanguíneos; minerales como el hierro, imprescindible para el organismo humano, pues posibilita la formación de hemoglobina, proteína que transporta oxígeno a los tejidos.
De acuerdo con el Compendio Estadístico 2018 realizado por el Consejo Mexicano de la Carne, a finales de 2018 el consumo de carne alcanzó los 65 kilos per cápita a nivel mundial; asimismo, México se posicionó como el sexto lugar con alrededor de 8.8 millones de toneladas de carne de res, cerdo y pollo consumidas al año, representando el 3.2 por ciento del consumo mundial.
Según datos del compendio, en 2018 el consumo de carne en México alcanzó los 8.8 millones de toneladas, donde el pollo representó el 47 por ciento. El consumo de pollo rebasó las cuatro toneladas, convirtiéndose en la proteína cárnica que más se consume en el país. A comparación de 2017, el sector creció un tres por ciento en producción; 2.8 por ciento en consumo; y el consumo per cápita alcanzó los 31.4 kg por año.
Asimismo, la carne de cerdo alcanzó un crecimiento de consumo del 6.1 por ciento, así como un incremento de su producción del 4.6 por ciento a comparación de 2017. Igualmente, el consumo per cápita aumentó en 4.8 por ciento, representando 18.8 kilos por año. Los estados que lideran la producción de carne de porcino son Jalisco (21%), Sonora (18%), Puebla (11%), Yucatán (10%) y Veracruz (9%), representando el 70 por ciento de la producción total.
Por otra parte, en 2018 la producción de carne de bovino cerró con un crecimiento de 2.8 por ciento y 1.7 por ciento para consumo. En este sentido, el consumo per cápita se mantuvo en 14.8 kilos y su balanza comercial siegue siendo superavitaria. Asimismo, esta producción se concentra en Veracruz (13%), Jalisco (12%), San Luis Potosí (6%), Sinaloa (5%) y Chiapas (5%) y representa el 42 por ciento del total de la producción nacional.
Cabe mencionar, México también es consumidor de otras especies de carne, por ejemplo, de caprino, ovino y pavo cuyo consumo alcanzó las 287 mil toneladas, una producción de 120 mil toneladas; y un consumo per cápita de 0.3, 0.6, 1.3 kg/personas, respectivamente.
Gracias al aumento del nivel adquisitivo y mayor accesibilidad, la carne se ha convertido en un alimento clave en la dieta de los mexicanos, que destaca por ser rica en proteínas, lípidos, hierro, vitaminas, así como en ácido linoleico. En este sentido, el Consejo Mexicano de la Carne busca reivindicar el consumo de esta proteína y mejorar la salud de la población.
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