La espuma de un grosor superior al metro de altura que invadió el pasado 13 de noviembre las costas y calles de la Villa Sánchez Magallanes, en Cárdenas, fue generada por un “licuado” de materia orgánica, fuertes lluvias previas, descenso de temperatura, entre otras condiciones, reportó la División Académica de Ciencias Biológicas (DACBiol) de la UJAT.
Luego de analizar una muestra tomada ese día, el director de esa División de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, Arturo Garrido Mora, expuso que el fenómeno registrado fue a causa de varios factores y no se descarta vuelva a ocurrir de combinarse de nuevo las mismas condiciones.
En rueda de prensa, expuso que las lluvias previas a la fecha de la aparición generaron que desembocaran en el mar grandes aportes de materia orgánica a través de los ríos; además, la presencia de frentes fríos consecutivos provocó el descenso de temperatura y la culminación de condiciones especiales únicas.
Lo anterior causó rachas de viento entre 70 y 110 kilómetros por hora y en ese momento los materiales orgánicos ya presentes por los aportes de ríos, empezaron a ser regresados por los fuertes vientos hacia la costa y ser machacados contra las escolleras existentes en el lugar.
Comentó que estas condiciones no se presentaron en otras zonas de la costa porque influyen las condiciones de topografía para que se forme ese “licuado”, pues en Sánchez Magallanes se colocaron escolleras de manera estratégica.
Por ello, refirió que sólo en puntos determinados con estas condiciones propician un maceramiento de la materia orgánica, la cual no conlleva toxicidad alguna y por tanto no representa riesgo para las personas o para el medio ambiente.
El pasado 13 de noviembre, durante los efectos del frente frío número 12, se registró la introducción de espuma proveniente del mar en las calles de la Villa Sánchez Magallanes, comunidad pesquera ubicada en el extremo noroeste del estado, a pocos kilómetros de los límites con Veracruz a través de la línea costera.
NTX
